Por: Pedro Jiménez Torres
Desde que bíblicamente, con un beso, Judas Iscariote traicionó y entregó a Jesús a los romanos, la costumbre se ha arraigado a través de la historia, que hoy todavía y felizmente llega a nuestros días, que la traición se llama traición y a los que la hacen, se les llama ¡Judas! Y tanto ha sido el acertado modo de lograr triunfos por medio de traiciones, que en la política, no podía ser la excepción a la regla y menos, ¡en estos tiempos electoreros! donde ya todo la chacalada –mujeres y hombres- que se dedican a estos menesteres cada tres años, andan con la cola levantada en busca de lo que caiga y con el puñal listo para dar la estocada por la espalda o simplemente, como se inició esta práctica, y a como se acostumbra, el beso de Judas es un método infalible que se encuentra vigente y muy en boga. Nomás visite “El Jacalito” y ¡véalo con sus propios ojos cómo se besa todo mundo! Y los jodidos que siempre andan rompiéndose el lomo, chafireteando, “ruteando”, cargando despensas, visitando a los manipuladores de las comunidades y de las colonias, recogiendo mesas, cargando sillas, esos, esos siguen haciendo lo mismo, son y sirven para todo, son los caballos de troya o burros de carga y de pelea ¡Ah! pero, los señores de cuello blanco, esos que usted ve bien vestiditos o vestiditas, esos que practican ante el espejo de su casa el beso, el ¡hola! El andar, el cómo hablar, esos, usted los escucha hablando muy versados en cualquier materia, ríen, componen y transforman el mundo con su muy sabrosa taza de café del bueno, o están en algún asamblea o mitin arriba en el estrado con las manos levantadas, mientras la “chusma” como dijo “Quico”, aplaude que aplaude esperando la torta porque la cosa está para la chingada.
Yo me pregunto, que si hay gente de buena madera –porque las hay-, que ha demostrado amor a la camiseta de su partido, sea el que sea, azul, amarillo, tricolor, rojo, verde, negro, ¿por qué siguen haciéndole caso a los mismos de siempre que siguen con la terquedad de llegar a lo que nunca han podido llegar o sacan de la manga a sutana o mengana que nunca ha dado ni los buenos días o tan siquiera barrido la sala del partido? Yo me pregunto por qué, por ejemplo, un Cruz Virgilio del PRI, con la sapiencia en la teoría y en la práctica de todo lo que es su partido, no sale de ser un simple y astuto practicante sagaz de los procesos electorales y lo lanzan a una candidatura para un cargo de elección popular que ganaría con los ojos cerrados, si todo mundo conoce su trayectoria, todos saben que se ha roto la madre por años, y por donde vaya usted, este Ingeniero de pantalones, sigue ahí, ahí mismo a donde lo manda y le ordenen, por lo que ellos llaman “disciplina”. Dígame, por poner otro ejemplo, si por ser como es Fernando Martínez Pérez, con todo lo que ha hecho y ser persona crítica dentro de su partido desde los años sesenta, el PRI no lo lanza a ser candidato para un cargo elección popular si hasta en su casa ya ni lo conocen por andar casi todo el tiempo de “pata de perro” por todos lados del municipio, haciéndole favores al prójimo (candil de la calle) y aparte, ya estuvo en un encuentro de cronistas en la ciudad de Chiapa de Corzo Chiapas, ya fue llamado a la ciudad de México para ser reconocido por el Comité Nacional por su militancia, cosa que puede presumir. No me lo explico, no me lo explico y no me explico, y aquí viene lo bueno: si hay tela de donde cortar, y de la buena, por qué, sí se han hecho de billetes unos cuantos traidores, oportunistas –del color que sea-, Judas, que sin partirse la madre, de repente ya son precandidatos, contratistas, prestadores de servicio, ya tienen una concesión, ya se dicen suspirantes o aspirantes y eso que ya chuparon de la ubre presupuestal de nuestros impuestos, y eso que ya hicieron una que otra pendejada y no les dicen nada aunque ganen aquí, allá y aparte por allá también. Esos, los gananciosos, han practicado más el fácil quehacer de Judas, que los muchos que siguen andrajosos esperando a ver a que hora les toca la suerte de que los llamen. Pero señores, mejor siéntense, porque parados se van a cansar. Yo no creo ya en los santos reyes ni en los pajaritos preñados. Yo creo en Gerardo León Rosales y en “El Chelo Padrón”. ¡Esos sí son chingones!
Los otros, les recomiendo a como cada elección a prometer a como siempre lo que le pidan que no empobrece; dígales que sí a todo lo que quieran; hay que darle de besitos traidores a todo el que se te acerca o búscalos y atraviesa la calle y ve a chuparle el cachete para que lo agarren los romanos modernos y le metan tres clavos para concreto en manos y pies. Esta práctica es la que funciona y no la honradez, esta no sirve para nada, es un estorbo, dele una patada en las nachas a esta señora. Mejor practique el beso fingido y cargue su pomo de alcohol para lavarse el cachete a cada rato y las manos por aquello de los contagios dermatólogos. Déjese de pendejadas y prenda una veladora a San Judas Iscariote, el que traicionó a Jesús porque esto sí funciona y comience una nueva vida de oportunista, vividor, traidor, acepte los 30 denarios que recibió Judas Iscariote por la venta del que murió en la cruz por las pendejadas que hemos hecho la humanidad, ¡No deje que lo crucifiquen, porque nadie agradece nada! ¡Mejor practique el oficio de los 30 denarios! Vea como David Coutiño llegó al Verde Ecologista en Tacotalpa y a Miguel y los demás los mandaron por un tubo porque David y Federico es Federico y el otro es el hijo de don Perico Pérez que no sirve para nada y vea como todos se están poniendo verdes unos por el coraje de que se les va la gente y otros porque ya están en el PVEM. Y ya pa que le sigo. Les recomiendo que se sienten en El Jacalito por las mañanas y va a ver la chupadera de cachetes de unos con otros, pero véalos después de algún tiempo… ¡hasta se mientan la madre!, para luego, esperar tres años y ¡empezar de nuevo todo el show! ¡La función debe continuar señores! ¡Vivan los Judas Iscariote!
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