Lo que nos hereda el 2014 y lo que nos depara el 2015


  • Ayotzinapa, la Casa Blanca, el IPN, la fragmentación del PRD, las inundaciones, la crisis del granierato y el tercer aire del madracismo, son algunos de los acontecimientos que marcarán este año que agoniza

Daniel Becerra Conde

Agoniza un año convulso con una gran mancha roja en la sociedad mexicana, pero también con el prometedor despertar de la conciencia colectiva. ¿Qué nos dejó este 2014 y qué nos depara el 2015? Este no es un compendio historiográfico ni cronológico de lo ocurrido a lo largo del año, sino una reflexión sobre los hechos trascendentales que marcaron un nuevo destino de nuestro país y en lo particular de nuestro estado.
En el futuro no podrá hablarse del 2014 sin recordar la trágica desaparición y presumiblemente asesinato de 43 estudiantes normalistas del poblado Ayotzinapa, Guerrero, que ha indignado a la sociedad y que trasciende fronteras como una marca vergonzosa para todos los mexicanos.
2014 marcará también el inicio de una nueva etapa de desarrollo industrial con la apertura de la reforma energética al capital privado, aunque es de temerse que a mediano y largo plazo este desarrollo traerá consigo peores males que los que se pretenden combatir: más corrupción, más disparidad de clases sociales, más contaminación, más rezagos en el sector agropecuario y menos crecimiento sustentable.
Como nunca antes, las redes sociales están cobrando mayor fuerza y en este año se han convertido en el medio de comunicación más efectivo para conocer la otra realidad, la verdad que se disfraza, se oculta y se distorsiona en los principales medios masivos; y han crecido a tal grado que eventualidades como las de Ayotzinapa, la Casa Blanca de Las Lomas, la represión de manifestaciones públicas y el alzamiento de los estudiantes del IPN, jamás hubieran trascendido a la opinión pública.
La consolidación de Morena como partido político que aglutina a los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas a las filas del PRD y la continuidad de los Chuchos en la cúpula partidista, mantienen dividida a la izquierda mexicana y al sol azteca, que es su más avanzado exponente. Esta fragmentación los pone en un predicamento con miras a los comicios federales de 2015 y si no se logran reagrupar le dejarán la mesa puesta al partido en el gobierno para que se despache con la cuchara grande en el Poder Legislativo.
En Tabasco, pese a que el PRD está en el poder, la falta de resultados de algunos ayuntamientos amarillos, aunado al desastroso papel que los diputados han desempeñado en el Congreso local, podría rendirle frutos a las huestes priistas que se regodean con las pifias de funcionarios estatales, alcaldes y diputados, llevando agua a su molino en espera de que la ciudadanía decida darle otra oportunidad al “renovado” PRI.
Este año que en pocos días será historia, se lleva consigo al polémico impuesto estatal vehicular y la primera etapa del sorteo de la crisis que heredó el gobierno granierista a la administración de Arturo Núñez.
Destacado también fue la despenalización del delito de difamación para ser dirimido por la vía civil, brindando protección legal a quienes ejercen el noble oficio de informar y a la sociedad en general, garantizando con ello el pleno ejercicio de la libertad de expresión.
A lo largo de este período, los tabasqueños fueron testigos de la fuerza que cobró el cachorro del cachorro madracista, heredero de ciclones y ventarrones que le están dando impulso a un partido que no pintaba ni daba color pero ahora se está arraigando en el verde tropical.
Y ya que hablamos del trópico, no puede dejar de mencionarse la gravedad de las inundaciones recurrentes en Tabasco, sobre todo en la región Sierra, donde este año causó más desastres que en el pasado, afectando a miles de familias vulnerables ante la fuerza de la naturaleza.
Por ser un año preelectoral, 2014 también sirvió para el reacomodo de fuerzas políticas y el despunte de aspirantes a un cargo de elección popular, algunos muy aplaudidos y quemados, otros representan novedosas opciones para el electorado que auguran una batalla política muy cerrada para este año que viene dando gritos y sombrerazos.
El panorama para el año próximo luce muy intenso, tanto en lo político como en lo social y en lo económico. Lo que nos hereda este 2014 aún no se digiere y es de esperarse que inclusive algunos hechos serán vomitados por la ciudadanía, porque los alcances de lo ocurrido tendrá repercusiones trascendentes no sólo en el 2015 que viene sino en la década por venir y más allá de los tiempos.  

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