- Asignan “bono” de diciembre al personal en el cierre de 2014, pero se lo descuentan en este año porque era el pago del ISR y en vez de bonificarlo debieron deducirlo de su salario
- Sindicalizados se niegan a devolver el monto, por considerar que es una prestación ganada a pulso; a los de confianza se los descontarán en cómodas mensualidades durante un año
Daniel Becerra Conde
Una muestra más de la incompetencia administrativa y malos manejos de los recursos del Instituto Tecnológico Superior de la Región Sierra quedó de manifiesto en el cierre del ejercicio 2014 y el inicio de este 2015, al asignarse indebidamente un bono de fin de año a todo el personal y posteriormente descontárselo en cómodas mensualidades.
Personas que laboran en esa institución educativa filtraron a TRIBUNA DE TABASCO una información que de llegar al conocimiento de las máximas autoridades del estado podría provocar la destitución del subdirector administrativo Ernesto Bouchot Mollinedo, e inclusive del propio director general Lorenzo Mollinedo Aguilar, por las serias irregularidades cometidas en detrimento de la comunidad tecnológica.
Este medio tiene en su poder documentos que comprueban que junto con el pago de la segunda quincena de diciembre de 2014, los trabajadores sindicalizados y de confianza recibieron un recurso adicional que fluctúa entre cuatro mil y diez mil pesos bajo el concepto “Bono Diciembre”; al considerar que era una prestación merecida por un año de servicio al Instituto, muchos se gastaron ese recurso y otros decidieron ahorrarlo para sobrellevar la difícil cuesta de enero.
Pero resulta que al volver al trabajo en la segunda semana de este mes, después de las vacaciones de fin de año, recibieron la noticia de que ese dinero en realidad correspondía al pago del impuesto sobre la renta, que debieron habérselo descontado en vez de bonificárselo, por lo que el director instruyó a su sobrino (Ernesto Bouchot) para que corrigiera ese error, con absoluta discreción para evitar que trascendiera a la opinión pública.
Fue así como se decidió descontarles dicho “bono” a los trabajadores en abonos quincenales durante un lapso de seis meses; ante esta situación, las inconformidades no se hicieron esperar.
Inmediatamente los trabajadores sindicalizados se negaron a devolver ese recurso, argumentando que era un bono ganado a pulso y no iban a permitir que les fuera descontado de su salario; y de hacerlo, amenazaron que iban a emplazar a un paro de labores.
Mientras que los de confianza, que también protestaron pero poco pudieron hacer ante la tajante decisión de las autoridades del ITSS, recibieron al menos la promesa del director de que se les iba a descontar en un plazo mayor, a un año. De hecho, a partir de esta quincena ya se les realizó el primer descuento, aunque a los sindicalizados todavía no se les vio reflejado este ajuste, hasta que no lleguen a un acuerdo.
Una de las quejas de los trabajadores de confianza es que el pago recibido de alguna manera incrementó sus ingresos durante el año pasado y por consiguiente se verían afectados en su declaración anual porque tendrían que pagar más impuestos; pero al serles descontados en el año 2015 no serían tomados en cuenta para la deducción del pago fiscal 2014.
Los quejosos, que pidieron el anonimato para no ser víctimas de represalias, dijeron que al haberles concedido este “bono” de alguna manera les ayudó para sobrellevar la difícil cuesta de enero, que en este año por los recortes presupuestales se vislumbra muy empinada; pero al quitarles la prestación, se les está causando un serio prejuicio a su economía, y todo por culpa de funcionarios incompetentes en el área administrativa.
El Tecnológico de la Sierra cuenta con una plantilla de 160 trabajadores, entre personal de confianza y sindicalizado; fuentes confiables de esa área aseguran que la erogación total fue de más de 500 mil pesos y el principal responsable es el titular de Administración, un personaje señalado por muchos comoa el verdadero poder tras el trono en esa institución; aunque también señalan a la jefa del departamento de Personal, Isabel Pérez Méndez, sobre quien probablemente recaerá la furia de don Lorenzo, sabedores de que el hilo se rompe por lo más delgado.
Esta irregularidad ha originado suspicacias al interior del Tecnológico y seguramente dará mucho de qué hablar cuando trascienda ante la sociedad, que es la verdadera propietaria del Instituto pues es financiado con recursos públicos, porque queda en evidencia la falta de capacidad administrativa y de transparencia en el ITSS, contraviniendo dos de los valores más sensibles que ha procurado preservar el gobierno estatal.
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