Acude a ese nosocomio luego de que se hiciera “viral” un video donde aparentemente en ese lugar en épocas de lluvias caía más agua adentro que a fuera
Pedro Jiménez Torres.
Como si encabezara el gran safari al África ardiente en busca de los tesoros no encontrados ni vistos del Rey Salomón, el diputado Regional de la frondosa sierra tabasqueña, Manlio Beltrán Ramos, supo por fuentes muy bien informadas y frescas de noticias, que en la redes sociales –hace varios días- había circulado un “video escandaloso” sobre las cuarteaduras, fisuras y chorros de agua que caían tan en demasía, que, a como dice la gente, llovía más adentro que afuera del Hospital Regional de Teapa,”Dr. Nicandro L. Melo”, conocido ya por la pobre gente como “El Hospital de la Muerte” después de muchas “gracias” por negligencias médicas y otras cosillas, como darle muerte a jóvenes madres que no pudieron serlo, falta de medicamentos, malos tratos, gravedad incontroladas de pacientes, y en fin, la cosa es que el reconocido legislador tan distinguido entre la tropa por su pésimo gusto por el mal vestir, y a raíz del conocimiento de dicho video tan afrentoso para sus votantes asidos al hambre de una torta electoral, que se pela como alma en pena dirigiéndose al susodicho nosocomio con fotógrafo por delante para evidencia de lo que viera y observase, porque, al parecer, todo estos desperfectos y malos manejos no se sabían e ignoraban y se mantenían celosamente ocultos por intereses ajenos a la comunidad regional de su distrito, pues que el valiente inquilino de la casona de Plaza de Armas, donde pernoctan temporalmente con los otros, se baja sorpresivamente allá por donde tenía su vulcanizadora el popular finado “Pizarrín”, entrando con pánica sorpresa de todos al hospital y que comienza flasheando pa acá, pa allá, pa arriba, pa bajo, en un recorrido pa adelante sin que lo pudiera detener nadie ni nada en busca de la verdad de todas esas carencias escuchadas y vistas por las redes sociales con la sorpresa pintada en la cara, mientras que usuarios, pacientes, familiares, enfermeras, médicos trasnochados y uno que otro medio crudo, transitaban por los pasillos del célebre hospital normalmente y sin preocupaciones con la risa de oreja a oreja de los que ahí laboran, cuando el sudado y exasperado ganadero llegado a legislador de leyes que no entiende pero que repite como el perico, buscaba lo ya tan evidente y cierto desde hace años; como si la Vox Populi de nuestra región no supiera desde cuando todo este desmadre, y el gordo Beltrán –hágame usted el favor-todavía viniendo a buscar el hilo negro del meollo del asunto hospitalario del nefasto “centro médico” de marras. La cosa es que el hoy verde diputado, ¡no sabía lo que todo Teapa y municipios vecinos saben! ¡Mire usted nada más! ¡No contaban con mi astucia! solamente le faltó decir con “Chipote” en mano y sus antenitas de vinil, como El Chapulín Colorado cuando parodia las babosas acciones de ridículos héroes que no arreglan nada. ¡El oso del señor Beltrán!, pues Manlio, ¡todavía fue a ver qué pasaba en ese lugar por el túnel del tiempo para regresar al pasado y ver desde el presente las cosas que TRIBUNA no olvida! ¡Pues mejor hubiera acudido a las oficinas de TRIBUNA y se hubiera enterado en su hemeroteca, de las primeras churradas de tan mal humor negro que suceden a donde fue con su mafafa! (los médicos tienen una expresión típicamente necrófila cuando muere alguien en plena faena médica: “se nos fue”!
Ridículo papel que realiza Beltrán Ramos como este episodio de cómica comedia: ¡solamente faltó que hiciera su “selfie” en el hospital! Más orientación no puede tener a la mano un diputado de su talla. ¡Vaya con nuestro representante popular en la Cámara de Diputado! ¡Y peores cosas veremos dijo doña Carmela Santiago al ver orinar en plena vía pública al bolito a las dos de la mañana! ¡Qué bárbaro, ya no hay moral!
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