RESEÑA DEL 2008
El olvido de la palabra empeñada y las promesas no cumplidas
Bartolo Jiménez Méndez
La obra de gobierno de Andrés Granier Melo brilla con luz propia debido al sello personal que el Químico le imprime a todos sus actos, por eso no descuida nada y hace labor de seguimiento, mientras la gran mayoría de alcaldes se dedican a la inauguración de ferias comunitarias y al apadrinaje de diversas actividades que, desde luego, forman parte de su agenda de trabajo, pero que no debía ser justificante para emplear la mayor parte de estas tareas de convivencia cívica y deportiva, debido a que fueron electos para resolver los problemas vertebrales de la comunidad, entre las cuales, desde luego, se encuentra la gestión, pero en asuntos de educación y desarrollo social toda la responsabilidad la transfieren a la instancia estatal y federal, y en materia de obra pública simple y sencillamente ¡nada!
La mejor obra municipal ha sido “Dormir el sueño de los justos”, debido a que el pretexto de la inundación de octubre del año pasado cubrió todo el panorama de la opinión pública y las tareas encabezadas por el gobernador Granier y los constantes encuentros, visitas y giras del Presidente de
La labor de la gran mayoría de alcaldes en este sentido fue mínima, sólo coordinaron algunas acciones de reparto de despensa en las comunidades, manifestando, ante el asombro de los beneficiarios, que las remesas enviadas eran mínimas y que ellos ya habían realizados gastos extraordinarios de su presupuesto. En algunos casos, las personas buscaban desesperadamente a los funcionarios municipales para solicitarles ayuda, pero el alcalde, por lo regular, nunca se encuentra atendiendo a la gente y tiene el pretexto que para la atención social existen las audiencias, pero que en esa temporada por la misma situación de alerta se habían suspendido y los otros funcionarios se excusaban de que no tenían la comisión ni autoridad para proporcionar este tipo de apoyo y, por lo tanto, la gente tenía que resignarse a su situación y valerse por sus propios recursos u optar por buscar el apoyo director del gobernador Andrés Granier. A ese sí podían encontrarlo en
Por esa razón, el gobernador mantiene un principio de autoridad moral que sus críticos de oficio no han podido vulnerar por mucho que sea el encono que utilizan para tratar de desequilibrar su gobierno y debilitarlo; todo eso porque han visto la forma en que ha enfrentado los más duros retos que las circunstancias le han presentado, como el crimen organizado y el narcotráfico, y aquellas naturales como las contingencias ocurridas, hechos que de plano no estaban previstos dentro de su proyecto de gobierno. Pero todo eso no ha sido suficiente para desgastarlo ni disminuirlo, todo lo contrario: se encuentra en pleno ejercicio de su gobierno, que era algo que muchos pensaba queno lograría por la complejidad de problemas que se le han presentado, pero los ha superado y trascendido.
Saltan a la vista negligencias, ausencias, omisiones e indiferencias en cuanto a las promesas no cumplidas, sobre todo aquellas de que “las puertas de mi oficina estarán abiertas todos los días y a la hora que ustedes quieran” o “Por primera vez, conmigo llega el pueblo a Palacio y sabré responder a esa confianza que ustedes me depositaron”. Las palabras son muy bonitas pero se las lleva el viento.
Los alcaldes siempre le andan huyendo a la gente y esta actitud la justifican diciendo que siempre llegan a pedir y que ya se les ha dado demasiado, Eso ya lo sabían, entonces ¿para qué participaron en las elecciones y disputaron el puesto si la gente les iba a resultar incómoda? Si alguna persona solicita una audiencia con el fin de hacer una propuesta, no le es concedida y así por lo regular se la pasan engañando a la gente.
Hacen aquello que fue clásico en don Homero Pedrero Priego, el ínclito Chato, que luchó contra el mundo entero para llegar a ser alcalde de Centla y cuando lo logró no hizo nada, pero lo salvó que en esos tiempos azotó el huracán Brenda, y cuando le preguntaban del montó de sus realizaciones, alzaba teatralmente los brazos y exclamaba: “¡Mi obra toda se la llevó el Brenda!”.
La obra de infraestructura que se realiza no requiere de letreritos que digan “Aquí se construye obra del ayuntamiento”, la gente mira para todas partes y no ve nada. El contraste se encuentra en los municipios de Centro, Paraíso, Tenosique y Huimanguillo, donde no hay letreros pero la obra se hace; sobre todo en la que no se ve, como alcantarillado, drenaje y todos los servicios municipales, que por cierto el único que el resto de los alcaldes cumplen a medias es el de limpia, pero de ahí en adelante la gente se queja en todas partes de la negligencia con que actúan.
Entonces ¿de qué van a informar? Dirán, desde luego, que los impactos y efectos de las inundaciones impidieron desarrollar toda la labor que tenían programada, pero que se cumplió en los fundamental y hablarán sobre la obra de gobierno del Químico Granier, que será presentada como propia, y dirán que ha sido el esfuerzo conjugado de los ciudadanos responsables del compromiso social y de esas cosas que la gran mayoría escuchará con denodada suspicacia.
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