EN HANDICAP

La puja en el sexto distrito federal

Bartolo Jiménez Méndez

La fracción legislativa del tricolor aun no logra implementar los acuerdos necesarios para la designación de los cuatro consejeros del IEPCT, que por negligencia y falta de mecanismos de cabildeo con las otras bancadas no se han efectuado, incluyendo el artificio de exclusión que se le quiere aplicar a Javier Minaya Velueta para sustituirlo por Juan Correa López, y ya sus diputados y aspirantes realizan sus respectivas precampañas, el proselitismo adelantado que debe ser castigado con la inhabilitación política de aquellos que transgreden el marco de lo legal a como lo prometió la representante del IFE, Ana Lila Pérez Mendoza, que ante la omisión de los consejeros estatales por las causas que sean, será el encargado de darle cauce legal a los trámites operativos electorales.

Para empezar, la designación en tiempo y forma ya pasó de sus límites, contrario a las afirmaciones del Consejero Enrique Galland, a quien tampoco para estas alturas se le puede calificar con la etiqueta de Presidente, debido a que no existe el organismo ciudadano que está formado por sus miembros con calidad de voto y que para éstas alturas, el tiempo de receso ya se les agotó.

Mientras eso sucede, ya tenemos el ambiente propicio que hacen los adelantados como en los municipios de la Sierra: Teapa, Jalapa y Tacotalpa con la extensión de Centro que constituyen el VI distrito electoral federal, donde además las hordas de candidaturas son impulsadas por la ambición desmedida de la competencia por las alcaldías y las legislaturas locales, como a la que aquí aspiran Mónica Fernández, Germán García, Carlos Mario Ocampo, Raúl Cabrera, Rosario Vega, Constantino Cano, Henry Oropeza, Víctor Manuel Domínguez, Renán Pérez, Jorge Avendaño, Elías Pérez, Ulises Solís, Mari Cruz Román, Manuel Hernández, Jorge Luis Iza, Pedro Reséndez y Roger Pérez. Todo lo que se puede llamar una romería de aspirantes que, desde luego, ya se encuentran al fragor de una campaña intensa encargada de sumar prosélitos.

Las elecciones intermedias plantean un verdadero reto para el PRI, que en 2006 perdió por default frente a los perredistas debido al efecto Obrador, es decir, el voto generalizado de los tabasqueños que votaron como tal y no atendiendo a inclinaciones partidistas. Ahora, la fórmula que se presente en este distrito debe ser atractiva, pensando con realismo y considerado que si la fuerza del PRD ha disminuido en el país, en Tabasco todavía queda el voto duro de la militancia, que es real.

Por esa razón, si el PRI quiere rescatar espacios, las candidaturas ofertadas tienen que ser atractivas y no personajes que ya cumplieron su ciclo políticos y más que defensores del pueblo son conocidos como flamantes empresarios y dueños de ranchos altamente tecnificados, a como sucede sin lugar a dudas con los que aparecen a la cabeza de esas propuestas: Pedro Reséndez Medina y Roger Pérez Evoli, que han permanecido en la brega debido a su experiencia y porque cuentan con un margen de actuación y total solvencia económica, misma que ha tenido como manantial original su paso por los puestos públicos. La gente se percata a simple vista que ahora son hombres ricos y esa es la imagen que dan a la sociedad, aunque su actuación haya sido mesurada y con toda discrecionalidad.

De Pedro Reséndez, no obstante su permanencia en la actividad pública por diversos conductos, componendas y tramas, una probable candidatura por este distrito, donde las disputas se han dado en condiciones ríspidas, no es recomendable debido a que su relación permanece estacionaria en lo que cabe a lo social, pero en las instancias políticas las tendencias y preferencias del electorado han cambiado totalmente, pues se piden candidatos sobre los que no pesen sombras de dudas y con la suficiente autoridad moral para dictar políticas que convenzan a los ciudadanos.

El caso de Reséndez Medina se presta a los convencionalismos o intereses personales. Cuando el partido le ofreció la candidatura por la alcaldía de Teapa, en ese entonces se le hizo demasiada pequeña para el monto de sus aspiraciones, que se cifraban en el salto natural a una senaduría, asunto que no se le cumplió debido a que el PRI se inclinó por David Gustavo Gutiérrez y por don Carlos Pellicer, entonces sus metas quedaron congeladas en ese sentido, por lo tanto el colchón que ha representado la otorgación del fiat de las Notarías Públicas como espacios convencionales de consolación, lo redujo a permanecer con un enjambre de relaciones que de una u otra manera le han mantenido vigente y muy cercano a la cúpula del poder y eso le da confianza para pensar que ahora sí consagrará su vieja aspiración de ocupar un escaño en el congreso federal, aunque esa inclusión represente un escollo del tricolor para con los ciudadanos o para ahorrar trámites y situaciones conflictivas. Su nombre bien podría ser incluido en la lista proporcional para las plurinominales, lo mismo podría ocurrir con Roger Pérez Evoli, en ocasión de que esas presencias en el gobierno de Andrés Granier no son gratas ni recomendables y, por lo tanto, hay que deslindarse de ellas lo más pronto posible.

Además, hay que considerar que la política del cambio tiene como objetivo restar los nombres de aquellos que coadyuvaron para crear la imagen de un PRI viciado y obsoleto que convirtieron el concepto del poder público en un asunto privado; es decir, la opinión pública se dio cuenta cómo los flamantes ex servidores públicos se convirtieron en los grandes propietarios que, preocupados en sus asuntos, se olvidaron de la marginación social en que pernoctaban grandes sectores de la población y ahora, como curiosa paradoja, quieren regresar con la adquisición de un pensamiento renovado y de cambio.

Lo que a Granier le ha costado luchar a brazo partido en contra de la corrientes contrarias, los dinosaurios quieren regresar con la tranquilidad de las “buenas” conciencias y que han adquirido todos sus bienes “con el sudor de su trabajo, por medio del trabajo honesto e incuestionable”.

En el caso de Jorge Luis Iza Ramírez, otro aspirante a diputado federal, de ser un simple contador público ahora es un flamante hombre adinerado, gracias a su paso por la diputación local, la presidencia municipal y la dirección de una dependencia en la Secretaría de Finanzas. Si acaso, en la larga lista de aspirantes a ocupar una curul en el Congreso de la Unión podríamos rescatar a José del Pilar Córdova, líder petrolero que representa una fuerza electoral innegable y cuyo nombre no está quemado por la ostentación de cargos públicos.

Esto y mucho más se puede decir en torno a esa situación que ahora se presenta, cuando los papeles se invierten y los históricamente cuestionados ahora quieren ser el fiel de la balanza y el voto de calidad para dirimir sobre la ética en las acciones políticas.

El PRI tiene que emplear a sus mejores ofertas para que reclamen el derecho a ocupar los espacios en el congreso federal. No hay que olvidar ni por un momento que tenemos un gobierno de alternancia que requiere de las inteligencias más suspicaces trabajo legislativo de altura, ya no se pueden enviar a compadres ni amigos a que nos representen, mucho menos cuando existe el cedazo de las elecciones, el derecho a elegir y la gente. Los ciudadanos ya no creen en promesas ni en discursos.

Los cuadros de aspirantes que presente el PRI para sus seis distritos electorales deben contar con las posibilidades del triunfo en las urnas, pues en el 2006, por lo que haya sido, los candidatos tricolores fueron barridos del panorama federal y quedaron huérfanos de representación. Ahora que el proyecto para el 2012 es volver a Los Pinos y a Palacio Nacional, no hay que cometer los errores del pasado.

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