Poblado Oxolotán, Tacotalpa, Tabasco, 15 de noviembre de 2010.- "La educación aquí nos ha cambiado", opinan cinco de los primeros egresados de la Universidad Intercultural del estado de Tabasco (UIET), "estamos más abiertos, más humanizados, podemos ponernos mejor en el lugar de los demás", ellos actualmente colaboran con el proyecto "Corredor Biológico Mesoamericano México" (CBMM), que busca fortalecer la economía comunitaria junto con la recuperación de ecosistemas.
Mariela Vázquez ha egresado como licenciada en desarrollo turístico, con franqueza confiesa que vino más por la cercanía de la universidad que por la interculturalidad: "Cada estudiante tiene su propia historia. Vengo del norte del municipio, pero ni siquiera conocía Oxolotán, esta comunidad en el sur, donde se encuentra ubicada la universidad. Y eso que estamos hablando del mismo municipio. Vine por lo barato, pero desde el inicio se me rompió todo el esquema de la prepa, donde el maestro te dice lo que tienes que aprender, no se presentan con su curriculum y solo llegan y dicen "soy Charley" explico.
Marco Antonio Díaz vino desde Chiapas, con poca confianza en sí mismo y en su cultura. "Soy indio", explico, pero fue como una aceptación negativa. "Tenía cierto miedo cuando entré en la universidad, aunque me iba a ofrecer una oportunidad ahora siento que me ofreció una nueva opción. Hemos aprendido a problematizar y proponer. Puedo decir que soy más humano, y de la misma forma ponerme en el lugar de los demás". Prefiere usar más esta explicación que decir "soy intercultural".
Sin embargo, cuestiona su compañero de estudio Salomón Hernández "el concepto cultura, más que lengua, se trata también de la conducta de uno ya que luego de cinco años no puedo decir que soy intercultural, pero que he cambiado, eso sí" explicó.
Sigue una discusión activa, que merece profundizarse. Es compleja la lucha por encontrar una pedagogía, una metodología intercultural, que tampoco puede ser universal, sino adaptada a cada región. A pesar de todas sus limitaciones, la UIET ha logrado aterrizar en la región. Entre los diez semestres asisten 600 estudiantes.
"En esa región de la sierra ya no hay milpa, la gente ya no quiere trabajar gratis, no se observa tanta cohesión social. Por otro lado, entre los estudiantes se duplicó el número de hablantes de lengua. Es un logro, porque mientras más viva la lengua, más viva también la cultura" observa el profesor Guadalupe Morales, coordinador de la Carrera de Desarrollo Rural Sustentable a lo que argumento "Ya se destapan más, ya no es una carga como antes. El zoque ya no va a ser la lengua más dominante en la región, pero sí se está reestructurando la cultura, y eso es un contexto nacional que va en sentido contrario".
La universidad tiene ahora un convenio con ECOSUR para mejorar el manejo de la cuenca Grijalva-Usumacinta. Para colaborar con ella le corresponde investigar la parte de la Sierra que es la que comparte con el Norte de Chiapas, al ver que esta se está deteriorando. Además, ha organizado seis seminarios para fortalecer las capacidades de las autoridades locales y propone hacer diagnósticos participativos en la región para mejorar la gestión comunitaria.
El reto que ven los profesores y egresados para la UIET es buscar estrategias para trabajar con las comunidades y hacerlas menos dependientes, viendo de esta manera que siempre hay recursos económicos de por medio. José Ramón Contreras, del departamento de Vinculación afirmo: "Tenemos que mostrarles que es mejor sembrar que comprar, también está de por medio el trato a la tierra, debido que aquí fumigan y hay potreros en la copa del cerro, y debido a esto se van generando deslaves ambientales y sociales. Para cambiar estas tendencias en beneficio del productor, hay que incluir talleres de concientización esto implica hacer más investigaciones con un carácter intercultural, que responden a las necesidades de las comunidades" finalizó.
Es así como docentes y alumnos construyen un nuevo conocimiento. Esto y más se expondrá Del 22 al 26 de noviembre en el IV Foro en Desarrollo Rural Sustentable, en el III Congreso de estudiantes en los Programas del Verano de Investigación Científica y el IV Encuentro Universitario de Turismo, donde todos interactuaran por una universidad diferente…
Mariela Vázquez ha egresado como licenciada en desarrollo turístico, con franqueza confiesa que vino más por la cercanía de la universidad que por la interculturalidad: "Cada estudiante tiene su propia historia. Vengo del norte del municipio, pero ni siquiera conocía Oxolotán, esta comunidad en el sur, donde se encuentra ubicada la universidad. Y eso que estamos hablando del mismo municipio. Vine por lo barato, pero desde el inicio se me rompió todo el esquema de la prepa, donde el maestro te dice lo que tienes que aprender, no se presentan con su curriculum y solo llegan y dicen "soy Charley" explico.
Marco Antonio Díaz vino desde Chiapas, con poca confianza en sí mismo y en su cultura. "Soy indio", explico, pero fue como una aceptación negativa. "Tenía cierto miedo cuando entré en la universidad, aunque me iba a ofrecer una oportunidad ahora siento que me ofreció una nueva opción. Hemos aprendido a problematizar y proponer. Puedo decir que soy más humano, y de la misma forma ponerme en el lugar de los demás". Prefiere usar más esta explicación que decir "soy intercultural".
Sin embargo, cuestiona su compañero de estudio Salomón Hernández "el concepto cultura, más que lengua, se trata también de la conducta de uno ya que luego de cinco años no puedo decir que soy intercultural, pero que he cambiado, eso sí" explicó.
Sigue una discusión activa, que merece profundizarse. Es compleja la lucha por encontrar una pedagogía, una metodología intercultural, que tampoco puede ser universal, sino adaptada a cada región. A pesar de todas sus limitaciones, la UIET ha logrado aterrizar en la región. Entre los diez semestres asisten 600 estudiantes.
"En esa región de la sierra ya no hay milpa, la gente ya no quiere trabajar gratis, no se observa tanta cohesión social. Por otro lado, entre los estudiantes se duplicó el número de hablantes de lengua. Es un logro, porque mientras más viva la lengua, más viva también la cultura" observa el profesor Guadalupe Morales, coordinador de la Carrera de Desarrollo Rural Sustentable a lo que argumento "Ya se destapan más, ya no es una carga como antes. El zoque ya no va a ser la lengua más dominante en la región, pero sí se está reestructurando la cultura, y eso es un contexto nacional que va en sentido contrario".
La universidad tiene ahora un convenio con ECOSUR para mejorar el manejo de la cuenca Grijalva-Usumacinta. Para colaborar con ella le corresponde investigar la parte de la Sierra que es la que comparte con el Norte de Chiapas, al ver que esta se está deteriorando. Además, ha organizado seis seminarios para fortalecer las capacidades de las autoridades locales y propone hacer diagnósticos participativos en la región para mejorar la gestión comunitaria.
El reto que ven los profesores y egresados para la UIET es buscar estrategias para trabajar con las comunidades y hacerlas menos dependientes, viendo de esta manera que siempre hay recursos económicos de por medio. José Ramón Contreras, del departamento de Vinculación afirmo: "Tenemos que mostrarles que es mejor sembrar que comprar, también está de por medio el trato a la tierra, debido que aquí fumigan y hay potreros en la copa del cerro, y debido a esto se van generando deslaves ambientales y sociales. Para cambiar estas tendencias en beneficio del productor, hay que incluir talleres de concientización esto implica hacer más investigaciones con un carácter intercultural, que responden a las necesidades de las comunidades" finalizó.
Es así como docentes y alumnos construyen un nuevo conocimiento. Esto y más se expondrá Del 22 al 26 de noviembre en el IV Foro en Desarrollo Rural Sustentable, en el III Congreso de estudiantes en los Programas del Verano de Investigación Científica y el IV Encuentro Universitario de Turismo, donde todos interactuaran por una universidad diferente…
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