En Teapa nunca se habían dado esas cosas pero ahora se están dando y la sociedad se encuentra verdaderamente aterrada y confundida al grado que las pláticas cotidianas giran siempre en torno al mismo asunto el temor, la angustia cotidiana que se vive cuanto secuestraron al empresario platanero Ezequiel Martínez de Escobar y que la ola de delitos de esa naturaleza crece y que muchas personas y familias reciben amenazas telefónicas y argumentan con datos que saben todo lo referente a su organización familiar y forma de vida
La historia se repite una y otra vez, cuando se sabe que hace tres años, la hija del empresario Juan José León Ríos, fue secuestrada en la ciudad de Villahermosa y por Adriana León Rosales, dicen que se pagaron 3 millones de pesos y esta fue la inauguración de una serie de delitos que de diferentes formas se han efectuado en una municipalidad que permanecía aislada fuera de todo ese mundo de discordia y distorsionado por una sociedad cada vez más difícil de entender pero que se expresa a voces por sus incontinencias.
El caso de Adriana no es único pero expresa el contenido de una sociedad de buenos amigos y de vecinos que ha sido la Teapaneca pero que ahora con el rostro de la maldad del crimen organizado a la vista tenemos un núcleo de confusión que se debate entre la venta indiscriminada de la droga y el delito a la vuelta de la esquina.
Los Teapanecos hemos tenido la fama de ser señores y por eso debemos actuar en consecuencia para abatir este problema que involucra la confianza entre nosotros mismos y si hemos tenido siempre el orgullo por delante tenemos que seguir haciéndolo, es cosa de principios y de señores y así tenemos que continuar. No podemos de ningún modo meter reversa y negar lo que verdaderamente somos.
Me comentaba un amigo de Guadalajara que le gusta ver las fotografías que salen en Tribuna de la gente de Teapa, como se ríen con esa risa sabrosa como si tuvieran la conciencia tranquila y esas cosas son las que no debemos perder en ningún momento y formar cuadros de vigilancia a como lo hicimos cuando el Garridismo y don Carlos Gutiérrez Gurría colgó por los huevos y enterró vivos a los que mataban tras las matas de cacao y en Morelia enterró vivos a muchos ante el dolor de su parentela pero la ley era la ley y se aplicó y eso hace falta ahora en nuestro pueblo. Hay que denunciar y alzar la voz.
La historia se repite una y otra vez, cuando se sabe que hace tres años, la hija del empresario Juan José León Ríos, fue secuestrada en la ciudad de Villahermosa y por Adriana León Rosales, dicen que se pagaron 3 millones de pesos y esta fue la inauguración de una serie de delitos que de diferentes formas se han efectuado en una municipalidad que permanecía aislada fuera de todo ese mundo de discordia y distorsionado por una sociedad cada vez más difícil de entender pero que se expresa a voces por sus incontinencias.
El caso de Adriana no es único pero expresa el contenido de una sociedad de buenos amigos y de vecinos que ha sido la Teapaneca pero que ahora con el rostro de la maldad del crimen organizado a la vista tenemos un núcleo de confusión que se debate entre la venta indiscriminada de la droga y el delito a la vuelta de la esquina.
Los Teapanecos hemos tenido la fama de ser señores y por eso debemos actuar en consecuencia para abatir este problema que involucra la confianza entre nosotros mismos y si hemos tenido siempre el orgullo por delante tenemos que seguir haciéndolo, es cosa de principios y de señores y así tenemos que continuar. No podemos de ningún modo meter reversa y negar lo que verdaderamente somos.
Me comentaba un amigo de Guadalajara que le gusta ver las fotografías que salen en Tribuna de la gente de Teapa, como se ríen con esa risa sabrosa como si tuvieran la conciencia tranquila y esas cosas son las que no debemos perder en ningún momento y formar cuadros de vigilancia a como lo hicimos cuando el Garridismo y don Carlos Gutiérrez Gurría colgó por los huevos y enterró vivos a los que mataban tras las matas de cacao y en Morelia enterró vivos a muchos ante el dolor de su parentela pero la ley era la ley y se aplicó y eso hace falta ahora en nuestro pueblo. Hay que denunciar y alzar la voz.
Por conducto de la PGJ
Pide gobierno estatal denunciara extorsionadores y defraudadores
Explicó que existen diversos tipos de fraude y extorsión telefónica, por lo que pidió a la ciudadanía informarse bien. Recordó que según estadísticas, la mayoría de llamadas de extorsiones por secuestro son falsas
Para evitar y combatir delitos como el fraude, la extorsión y las amenazas de secuestro por vía telefónica, el gobierno del estado --por conducto de la Procuraduría General de Justicia (PGJ)-- pone a disposición de la ciudadanía tabasqueña los teléfonos 089 y 3-13-65-50 para denunciar esos ilícitos o acudir personalmente a las instalaciones de la dependencia, ubicadas en avenida Paseo Usumacinta número 802, colonia El Águila.
El gobierno de Andrés Granier Melo reconoce que algunos de los delitos que más impactan actualmente en los diversos sectores de la sociedad tabasqueña son los mencionados, por lo que ha puesto en marcha diferentes acciones de prevención y persecución para evitar y combatir dichos delitos. La denuncia ciudadana puede hacerse las 24 horas durante los 365 días del año.
La PGJ explicó que existen diversos tipos de fraude y extorsión telefónica, por lo que pidió a la ciudadanía informarse para saber cómo prevenir esos delitos y qué hacer en caso de ser víctima. Solicitó compartir la información con familiares y amigos, pues solamente juntos, autoridades y ciudadanos, se pueden combatir esos ilícitos y capturar a los responsables.
Detalló que un fraude es cuando una persona logra obtener ilícitamente alguna cosa o lucro, mediante el engaño, aprovechándose del error o desconocimiento de la víctima. Dijo que puede ser por rifa, concurso o sorteo, y se logra por llamada o mensaje escrito, diciendo a la persona que ha ganado un premio y debe depositar una suma de dinero para que se le entregue el premio.
Agregó que también se hace por una supuesta oferta, en la que se invita a la persona a que aproveche una atractiva oferta (generalmente de aparatos electrónicos y computadoras), presionándola para que decida y deposite el dinero. También se utiliza para avisar que un familiar sufrió un accidente o está detenido en otro estado o país y necesita que se le deposite una cantidad para ayudarlo.
Amenazas para extorsionar
La dependencia señaló que en el caso de una extorsión, es cuando una persona obliga (mediante amenazas) a otra a dar, hacer o dejar de hacer algo en perjuicio de sus bienes. Generalmente sucede esto cuando los extorsionadores hablan para decir que tienen a un familiar secuestrado, cuando la gran mayoría de estas llamadas sobre secuestro son falsas.
Explicó que por medio de la intimidación, el delincuente amenaza con secuestrar, matar o lastimar a la persona o a un familiar en caso de que se le deposite una cantidad de dinero. Y cuando el extorsionador pone al teléfono a un niño, niña o mujer pidiendo ayuda, haciendo creer a la persona que es un hijo o familiar el secuestrado, pidiendo de inmediato una cantidad de rescate.
La Procuraduría General de Justicia recordó que en un secuestro real, los malhechores eligen y estudian a sus víctimas detenidamente y saben que tienen los recursos disponibles para pagarles; no avisan antes del secuestro o le hacen daño a su víctima; generalmente hablan desde el mismo teléfono de la víctima; piden grandes cantidades de dinero o bienes costosos; y dejan confirmar que un familiar está en poder de ellos.
Detalló que en una extorsión, habla un "líder criminal" para advertir que si no le depositan una cantidad, hará daño a un familiar. Indicó que cualquier ciudadano puede ser víctima, ya que generalmente utilizan el directorio telefónico para hacer sus llamadas al azar. Pueden tener datos básicos que pudo haber dado un familiar o la misma persona que recibe la llamada. Utilizan palabras fuertes y supuesta información para atemorizar.
Solicitó a los afectados que ante cualquier llamada de este tipo de inmediato cuelgue el teléfono, lo que dará oportunidad de ponerse en contacto inmediato con el familiar, y si se trata de un secuestro real hablarán más tarde. Además, si el extorsionador tiene datos específicos de la persona, puede ser alguien cercano a ella, por lo que no debe dudar en acudir a denunciar sin demora.
Puntualizó que con los delincuentes no se debe negociar nada, no dar nunca algún tipo de pago o rescate sin estar seguros del bienestar de la víctima. Pidió mantener la calma, colgar de inmediato, apuntar los detalles, localizar a su familiar y denunciar, así como no dar nunca información personal, por teléfono, Internet o visitadores domiciliarios que no estén debidamente identificados, pues es lo que usan para la extorsión.
Insistió a la ciudadanía en denunciar estos ilícitos al 089 o al 3-13-65-50 las 24 horas de los 365 días del año o acudir directamente a las oficinas de la PGJ, localizadas en esta capital tabasqueña.
Finalmente, la PGJ informó que dentro de las acciones del programa Prevenir para Vivir Seguros, durante el pasado mes de diciembre, colocó módulos temporales en diferentes puntos de la ciudad, en los que se atendió y orientó a la población para prevenir estos ilícitos.
El gobierno de Andrés Granier Melo reconoce que algunos de los delitos que más impactan actualmente en los diversos sectores de la sociedad tabasqueña son los mencionados, por lo que ha puesto en marcha diferentes acciones de prevención y persecución para evitar y combatir dichos delitos. La denuncia ciudadana puede hacerse las 24 horas durante los 365 días del año.
La PGJ explicó que existen diversos tipos de fraude y extorsión telefónica, por lo que pidió a la ciudadanía informarse para saber cómo prevenir esos delitos y qué hacer en caso de ser víctima. Solicitó compartir la información con familiares y amigos, pues solamente juntos, autoridades y ciudadanos, se pueden combatir esos ilícitos y capturar a los responsables.
Detalló que un fraude es cuando una persona logra obtener ilícitamente alguna cosa o lucro, mediante el engaño, aprovechándose del error o desconocimiento de la víctima. Dijo que puede ser por rifa, concurso o sorteo, y se logra por llamada o mensaje escrito, diciendo a la persona que ha ganado un premio y debe depositar una suma de dinero para que se le entregue el premio.
Agregó que también se hace por una supuesta oferta, en la que se invita a la persona a que aproveche una atractiva oferta (generalmente de aparatos electrónicos y computadoras), presionándola para que decida y deposite el dinero. También se utiliza para avisar que un familiar sufrió un accidente o está detenido en otro estado o país y necesita que se le deposite una cantidad para ayudarlo.
Amenazas para extorsionar
La dependencia señaló que en el caso de una extorsión, es cuando una persona obliga (mediante amenazas) a otra a dar, hacer o dejar de hacer algo en perjuicio de sus bienes. Generalmente sucede esto cuando los extorsionadores hablan para decir que tienen a un familiar secuestrado, cuando la gran mayoría de estas llamadas sobre secuestro son falsas.
Explicó que por medio de la intimidación, el delincuente amenaza con secuestrar, matar o lastimar a la persona o a un familiar en caso de que se le deposite una cantidad de dinero. Y cuando el extorsionador pone al teléfono a un niño, niña o mujer pidiendo ayuda, haciendo creer a la persona que es un hijo o familiar el secuestrado, pidiendo de inmediato una cantidad de rescate.
La Procuraduría General de Justicia recordó que en un secuestro real, los malhechores eligen y estudian a sus víctimas detenidamente y saben que tienen los recursos disponibles para pagarles; no avisan antes del secuestro o le hacen daño a su víctima; generalmente hablan desde el mismo teléfono de la víctima; piden grandes cantidades de dinero o bienes costosos; y dejan confirmar que un familiar está en poder de ellos.
Detalló que en una extorsión, habla un "líder criminal" para advertir que si no le depositan una cantidad, hará daño a un familiar. Indicó que cualquier ciudadano puede ser víctima, ya que generalmente utilizan el directorio telefónico para hacer sus llamadas al azar. Pueden tener datos básicos que pudo haber dado un familiar o la misma persona que recibe la llamada. Utilizan palabras fuertes y supuesta información para atemorizar.
Solicitó a los afectados que ante cualquier llamada de este tipo de inmediato cuelgue el teléfono, lo que dará oportunidad de ponerse en contacto inmediato con el familiar, y si se trata de un secuestro real hablarán más tarde. Además, si el extorsionador tiene datos específicos de la persona, puede ser alguien cercano a ella, por lo que no debe dudar en acudir a denunciar sin demora.
Puntualizó que con los delincuentes no se debe negociar nada, no dar nunca algún tipo de pago o rescate sin estar seguros del bienestar de la víctima. Pidió mantener la calma, colgar de inmediato, apuntar los detalles, localizar a su familiar y denunciar, así como no dar nunca información personal, por teléfono, Internet o visitadores domiciliarios que no estén debidamente identificados, pues es lo que usan para la extorsión.
Insistió a la ciudadanía en denunciar estos ilícitos al 089 o al 3-13-65-50 las 24 horas de los 365 días del año o acudir directamente a las oficinas de la PGJ, localizadas en esta capital tabasqueña.
Finalmente, la PGJ informó que dentro de las acciones del programa Prevenir para Vivir Seguros, durante el pasado mes de diciembre, colocó módulos temporales en diferentes puntos de la ciudad, en los que se atendió y orientó a la población para prevenir estos ilícitos.
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