Director General: Daniel Becerra Conde/ Región Sierra/ 9 de febrero de 2011/Año XII/No.253/16 páginas
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1 comentario:

  1. Siento un gran pesar por el suicidio de la joven April, una niña llena de vida a la cual vi algunas veces en la casa de la cultura y mas pesar siento aun por sus padres al perder una parte de su vida, porque con un hijo se van muchos sueños e ilusiones.
    El suicidio en jóvenes es un problema que afecta a nuestra sociedad y al que no le han dado la importancia que merece, ni los padres, ni maestros, ni instituciones y autoridades para crear estrategias para ayudar a nuestros jóvenes en la etapa difícil de la adolescencia, donde se enfrentan a un sin números problemáticas, como las drogas, alcohol, maltrato, etc.
    Yo tuve la suerte de llegar a la hora y el momento preciso para evitar ese mismo destino, Dios me dio la oportunidad de impedir el suicidio de mi hija, una niña al igual que April, llena de vida, alegría, sueños. Pero que detrás de esa fachada se escondían 1 año de maltrato psicológico y físico por parte de sus compañeros, en el colegio Teapa y para mala suerte de mi niña se topo con los mismos compañeros en la preparatoria para soportar 2 años mas del mismo maltrato, por el simple hecho de ser una joven hogareña y buena estudiante.
    Si hoy denuncio este caso de Bullying es para que los padres abramos los ojos y observemos cualquier cambio de aptitud, por muy mínimo que este sea, les prestemos más atención cuando cierran la puerta de sus cuartos, o simplemente cuando están en silencio con una mirada llena de tristeza, para que como padres no nos de miedo escudriñar, investigar qué les pasa a nuestros hijos porque en los colegios, preparatoria y demás instituciones nuestros hijos son uno más en la estadística. En el caso específico de mi hija la dirección de la preparatoria de Teapa se limito a obligar a los jóvenes a darle una disculpa y muy hábilmente ocultaron este caso pues algunos de estos jóvenes eran hijos de maestros del mismo centro, pero esa disculpa no borra el intento de suicidio de mi hija, ni el daño psicológico. Para mi esta historia tuvo un final feliz porque llegue a tiempo para salvar a mi hija, y hoy en día esta a mi lado, saliendo de la depresión muy lejos de Teapa, volviendo a sonreír…. Siento mucho que para April no hubo otra oportunidad, tal vez porque Dios tenía un propósito para ella en el cielo. Y me pregunto ¿Cuántos jóvenes más deben morir para que las autoridades presten atención a este problema? ¿Cuántos mas?

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