El secuestro hoy se extiende impunemente por todo el país; en Teapa comienzan a padecerlo

Por: Jorge Davish

De acuerdo con estimaciones oficiales y de organizaciones civiles, fue en 1997 cuando los secuestros se "dispararon" en México, al alcanzar mil 45, pero después de una década en que este delito ya iba a la baja, hoy ha logrado ubicarse nuevamente como el delito de mayor incidencia en casi todo el país.
A diferencia de los primeros secuestros ocurridos en México, en que los delincuentes centraban su atención en personas de alto poder adquisitivo o con algún propósito político, en años recientes, este delito ya amenaza a sectores más amplios de la sociedad.
En octubre pasado, el Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que la tasa de secuestros en 2010 aumentó 78.8 por ciento con respecto a 2008. Pero con relación a 2006 se elevó 200 por ciento y con respecto a 2000 su incremento fue de 129 por ciento.
Alejandro Desfassiaux, asesor del Consejo Nacional de Seguridad Pública, CNSP (que agrupa a 200 empresas del sector seguridad), advierte que en el país se ha desarrollado una nueva tendencia en secuestros y extorsiones: se elige como víctima a empleados de niveles bajos y medios para obtener de ellos información de directivos y dueños de empresas.
Apunta que hace una década el secuestro tenía un móvil económico en más de 85 por ciento de los casos. “Esto generó que se desarrollara el llamado secuestro exprés, que realizaban ya no delincuentes organizados sino criminales comunes.
Se trataba de pillos que al azar elegían a sus víctimas para despojarlos de cantidades que oscilaban entre 500 y 5 mil pesos.
"Ahora se detecta que el móvil para secuestrar no es simplemente económico sino (también) para causar dolor. Se presenta un modo de operación en el que a las víctimas de secuestro (incluso) se les tortura y asesina. Esto es independientemente de si se paga el rescate", subraya.

LOS SECUESTROS EN TEAPA

Hoy en Tabasco, Teapa es un claro ejemplo de como este delito se ha extendido por todo el país; claro sin descontar los secuestros ocurridos en los municipios de Centro, Cárdenas, Comalcalco, Paraíso, Tenosique, Balancán y otros más en la entidad.
En la Sultana de la Sierra no se habían dado esos ilícitos que hoy han comenzado a suceder y la sociedad se encuentra verdaderamente aterrada y confundida al grado que las pláticas cotidianas giran siempre en torno al mismo asunto: el temor y la angustia cotidiana que se vive por la constante desaparición de gente conocida en el municipio.
El caso más reciente es el del empresario platanero Ezequiel Contreras Martínez de Escobar y lo más grave es que los plagios se incrementan impunemente y son muchas las personas y familias que han recibido amenazas telefónicas y son atemorizados con datos que les hacen ver que los delincuentes saben todo lo referente a su organización familiar, bienes y forma de vida.
Hoy nuevamente la historia se repite tal y como hace tres años cuando la hija del empresario Juan José León Ríos, fue secuestrada en la ciudad de Villahermosa.
Hasta donde se ha podido investigar, por Adriana León Rosales, se pagaron 3 millones de pesos y este caso vino a ser el inicio de una serie de secuestros que se han ejecutado en Teapa, una municipalidad que permanecía ajena a este tipo de ilícitos.
El caso de Adriana no es único pero expresa el contenido de una sociedad de buenos amigos y de vecinos que ha sido la teapaneca, misma que ahora es aterrorizada por el crimen organizado; en el Teapa de hoy se da la venta indiscriminada de todo tipo de drogas en diversos puntos de la ciudad y la delincuencia se encuentra en cada esquina del centro de la ciudad.
Los Teapanecos tienen fama de ser gente honesta, trabajadora y respetuosa; por eso deben actuar conjuntamente con las autoridades para abatir este problema que afecta y perjudica a todos. No pueden por ningún motivo dejar que el problema crezca y se apodere de la tradicional tranquilidad del municipio.
Todos en Tabasco sabemos cómo es la gente de Teapa, de cómo se ríen con esa risa franca y sonora, propia sólo de quienes tienen la conciencia tranquila y que no se meten ni hacen daño a nadie, es por eso que no se debe perder en ningún momento la tranquilidad y seguridad; hoy es necesario nuevamente, formar cuadros de vigilancia a como se hizo durante el Garridismo y con Don Carlos Gutiérrez Gurría, que colgó y enterró vivos a los que mataban tras las matas de cacao y enterró vivos a muchos ante el dolor de su parentela, pero la ley era la ley y se aplicó y eso hace falta ahora.
Hay que denunciar y alzar la voz, hoy Teapa y su gente lo reclama.

Delincuencia en Teapa a la orden del día.

Por: Brenda Noemí Parra Ruíz

Atrás ha quedado el Teapa de antes; muchas veces considerado un pueblo tranquilo y soñador, que cautivaba con sus singulares cerros, donde se podía degustar de pasear por el parque a altas horas de la noche sin temor alguno. Parece mentira que este bello lugar, haya pasado de lindo sueño, a una pesadilla sin salida. Así es, la Delincuencia se ha apoderado de las calles, de la tranquilidad de las personas, ahora lo que se puede percibir y oler es pánico y la temida incertidumbre de que algo malo pueda pasar.
Hoy en día se escucha hablar de secuestros, violaciones, asesinatos, asaltos, drogadicciones, donde ya no se respetan ni los templos, no se sabe si por detrás puede salir un ratero que se roba desde una gallina hasta una computadora y eso si se corre con suerte, porque sino hasta la vida se pierde.
Últimamente se ha escuchado múltiples delitos cometidos en este municipio serrano, donde la tranquilidad de las personas se ha visto afectada. Ahora hasta en la vuelta de la esquina se puede conseguir fácilmente la droga; además de correr el riesgo de que más jóvenes se sumen a dicho acto.
En los últimos años, Tabasco se ha visto severamente afectado por la delincuencia, los índices delictivos has subido como espuma, sumándose con ello a una de las entidades federativas que más casos criminales padece. Los delitos de mayor impacto que se han cometido en Tabasco según las Estadísticas de 2010 de la PGJ (Procuraduría General de Justicia) son: Homicidio doloso, Robo a casa habitación, robo a comercio, robo de vehículos, secuestro y violación, en donde la mayoría de estos casos no son resueltos.
Cabe mencionar, que en México más de 50 millones de personas viven en la miseria, y con 0.5 por ciento de ellos que se dedique a la delincuencia, es suficiente para participar en el narco y en crímenes de cualquier tipo. Además ocupa el quinto lugar mundial con altos índices de delincuencia organizada, el decimotercer sitio en delitos de orden común, el segundo lugar a nivel mundial en la incidencia de secuestros y en este delito coincide un alto índice de impunidad por la complicidad de autoridades. Es por eso penoso que uno de cada cuatro mexicanos sea víctima de un crimen cada año.
¿Pero, cuáles son las razones por las que la delincuencia ha crecido de forma alarmante? La falta de empleo, la indiferencia a los Valores Humanos, la pobreza, la crisis económica; suelen ser las causas que han orillado a muchas a personas a actuar de forma incorrecta afectando a la sociedad. Las consecuencias que traen consigo estos delitos son diversos: miedo, sufrimiento familiar, dolor, luto y traumas psicológicos son algunas después de haber atravesado un delito.
Es necesario analizar la situación en la estamos atravesando, poner más empeño en forjar bien los valores humanos que debemos tener como ciudadanos, fomentarle a los niños (as) la importancia de ser personas ejemplares, así mismo, el gobierno debe apoyar a aquellas personas que más lo necesitan, que carecen de una formación educativa, mediante programas que estimulen la participación de jóvenes que carecen de oportunidades, debido a que muchas veces esos son presa fácil para ser participes del crimen organizado y de otros delitos.
Los tiempos se tornan críticos, la seguridad se ha visto deteriorada, ahora es muy difícil tener confianza, porque hasta el más aparente inocente puede ser el mayor estafador. Es por eso de vital importancia; tomar medidas que nos impidan ser víctimas de un delito. Hay que ser mas precavidos, vigilar más mejor a los hijos, no dar a conocer información personal a cualquier persona y entre otras cosas, para de esta forma tratar de no ser víctimas de la delincuencia que nos persigue.


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