De edil a leproso social

Por: Rubén Darío Arias Torres

Cada minuto de libertad del ex alcalde Antonio Priego Jiménez, es un insulto a los jalapanecos, una vergüenza para las instituciones y un llamado a la ciudadanía de Tabasco, para que exijan a los representantes populares acciones concretas, eficaces y verdaderas en contra de la corrupción y la impunidad con la que se conducen la mayoría de los políticos y gobernantes.

Menos de un año y unos cuantos millones de pesos le costó su excarcelamiento y al lograrlo perpetró una de sus ultimas fechorías, burlarse del H. Congreso del estado, del órgano Superior de Fiscalización, de la Procuraduría General de Justicia, del Ayuntamiento de Jalapa y de sus habitantes.

Ciertamente muchos aplaudieron su increíble detención, tras ser señalado por el Fiscal Francisco Rullán Silva como responsable del saqueo a las arcas municipales, no solo por ser un edil emanado de la filas del Partido Revolucionario Institucional, sino por la prontitud con la cual se hizo, dejando un precedente –se pensaba en ese momento- para todos aquellos ediles de dudosa moralidad.

Sin embargo, hoy cuando la Tercera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia le revocó el auto de formal prisión, sin posibilidad de impugnación, evidencia muchas cosas: 1.- La ineptitud de Rullán Silva y todo su sequito fiscalizador. 2.- La ignorancia, falta de oficio político, de compromiso social y de dedicación del legislador Jesús González González, para velar por los intereses del pueblo que le dio el poder de representarlos, en los asuntos que le son de interés.

3.- El desdén con el que el área jurídica, el cabildo y el actual presidente municipal de aquel municipio trataron el asunto. 4.- Lo irrelevante que resulta el trabajo de las Comisiones Inspectoras de Hacienda del Congreso estatal, así como de sus métodos de revisión y de todas las leyes en las cuales se justifica su quehacer legislativo.

5.- La hipócrita actitud de los Partidos políticos y de sus dirigentes estatales y municipales, quienes día con día se declaran promotores incansables de la transparencia administrativa y del correcto uso de los recursos públicos, pero que en la practica solo son un instrumento más para accesar al poder y hacer lo mismo que Antonio Priego.

6.- De igual forma, es una clara muestra de la nula participación de los ciudadanos en los asuntos públicos. 7.- Ciertamente el robo perpetrado al pueblo de Jalapa no debería ser escarnio público para los padres y familiares de éste individuo; pero, también lo es que en este momento Antonio Priego Jiménez, es una vergüenza para todos aquellos quienes llevan sus apellidos.

Claro está que poco le interesa al ex edil haberse convertido en un leproso social, cuando le quedaron millones de pesos para lavarse con lejías. Lo importantes es que el sistema fiscalizador y judicial de Tabasco ha sido evidenciado en toda su incapacidad e ineficacia; y con ello, los habitantes de los 17 municipios quedan a merced de los ediles sin escrúpulos, de los legisladores sin oficio, de los fiscalizadores chambones, así como de una procuraduría y de tribunales ciegos.

Lo aberrante en todo esto, es que tanto el ex diputado Víctor Manuel Domínguez Sarracino, solapador de Priego Jiménez durante toda su administración, como del actual legislador Jesús González, quien nunca le dio el seguimiento necesario al caso, están promoviéndose para ser el próximo Presidente Municipal.

Ante tal realidad, a los ciudadanos jalapanecos les queda recordar las tres cosas que les dio Antonio Priego 1) Mentiras y desprecio ante las necesidades personales y comunitarias. 2) El descarado saqueo; y, 3) La burla de salir libre ante toda la evidencia en su contra; pero, también les deja una gran lección, abrir los ojos para ver quienes no han sabido defenderlos, pero que sí recorren las comunidades buscando el voto para robarlos otra vez//elciudadanorubendario@hotmail.com

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