Aspirantes podrían ser sancionados por actos anticipados de campaña

Raúl Cabrera con sus bardas pintadas y Jorge Armando Cano con sus maratónicas fiestas de cumpleaños son los más adelantados que estarían en la mira de las autoridades electorales

Ernesto Sanabria A.

Cegados por la ambición de poder y ensoberbecidos por su sobrevaluado capital político, decenas de aspirantes a cargos de elección popular han emprendido acciones proselitistas al margen de la ley, en aras de tomar la delantera en la lucha que se avecina por los comicios intermedios de 2015.
Como nunca antes, producto de una falta de liderazgo en los dos partidos más fuertes en Tabasco, un puñado de políticos rancios y de nuevo cuño caminan por doquier tratando de ganarse las simpatías ciudadanas, sin reparo ni prudencia alguna y poniendo en riesgo sus aspiraciones, al cometer actos anticipados de campaña que podrían devenir en sanciones por parte de la autoridad electoral y, peor aún, ganarse el repudio generalizado de los votantes.
Dos ejemplos emblemáticos de este fenómeno son los priistas teapanecos Raúl Cabrera Pascasio y Jorge Armando Cano Gómez, uno ex alcalde y el otro hijo de un ex alcalde, quienes desde el año pasado siguen haciendo proselitismo encubierto y con el paso de los meses han reforzado sus campañas descaradamente, al grado de que ya enfrentan las consecuencias al generar reacciones contraproducentes.
Es tanta la desesperación de Raúl Cabrera por ganar simpatías, que la semana pasada cometió la torpeza de pintar bardas en diversos puntos de la ciudad con mensajes subliminales y la leyenda “Reafirmando tu Confianza”, donde resalta con color rojo las iniciales de su nombre R y C.
Las reacciones no se hicieron esperar, pues apenas dos días después de que comenzó con la pinta de bardas, autores anónimos utilizaron las letras R y C para sobreescribir las palabras “Rata Coluda”, en claro rechazo a su encubierta aspiración por la diputación federal por el sexto distrito y aludiendo a su gestión como presidente municipal en el trienio anterior.
De escasa memoria y abundante imprudencia, Cabrera Pascasio parece haber olvidado que hace menos de cinco años, Humberto de los Santos Bertruy y Yenny Rodríguez Aguilar, entonces aspirantes a las alcaldías de Centro y Tacotalpa, cometieron también actos anticipados de campaña y uno fue sancionado por el Tribunal Electoral de Tabasco, mientras la otra— al igual que Raúl Cabrera— pintó bardas con la leyenda “¡Cumplamos Juntos!” y una “Y” en grande, pero días después tuvo que borrarlas para evitar sanciones. El resultado en ambos casos fue que ninguno alcanzó la nominación a la ansiada candidatura en el proceso electoral de 2009, por sus fallidas estrategias de promoción política.
Otro no menos desbocado por alcanzar la nominación a la alcaldía de Teapa es Jorge Armando Cano Gómez, hijo del ex alcalde Juan Vicente Cano Cano, quien en el colmo de la desesperación prolongó por dos semanas las celebraciones de su cumpleaños (el pasado 6 de marzo) y llevó pasteles y bocadillos a muchas comunidades del municipio, para invitar una rebanadita a los ciudadanos y darles la “oportunidad” de felicitarlo por el trascendental evento.
Esta estrategia no es nueva. Lo mismo hizo hace tres años cuando aspiraba también a la alcaldía y se quedó en el camino, aunque logró colocar a su esposa Ileana Sánchez de Cano como regidora en el actual Ayuntamiento. Cabe destacar que también aprovechó los festejos Navidad, del Día de Reyes, Día de la Candelaria, Carnaval y cuantas fechas conmemorativas hubo para placearse por las comunidades y “venderse” como un político cercano al pueblo.
En menor medida, pero igualmente interesados en conseguir un cargo público y por demás adelantados a los tiempos que marca la ley electoral, se encuentran Carlos Armando Cano Conde, quien asegura que esta vez sí aparecerá en las boletas, sea del partido que sea; la ingeniero Mercedes Molina de Peregrino, ex presidenta interina del comité municipal priista y directora de Administración en el trienio de Marco Antonio Espadas, quien pese a no contar con ningún capital político trata de colarse para ver si consigue algo.
Tey Mollinedo Cano, también con escasas posibilidades pero igualmente enjundiosa, camina sin tapujos por la geografía municipal; Germán García Quintero afirma que el gobernador Arturo Núñez se la tiene prometida y se mantiene fiel a las filas perredistas para buscará nuevamente la alcaldía por el PRD.
Y finalmente, el sempiterno aspirante “Charo” Vega Alvarado, reconocido galeno que pese a su tesón jamás ha recibido de su partido (el PRI) la oportunidad que tanto ha buscado. Y aunque él solo ha hecho más méritos y trabajo de gestoría que todos los aspirantes juntos, no ha podido obtener ni siquiera una regiduría, razón por la que sostiene que esta vez sí será premiado con la candidatura a la alcaldía o la diputación local.
Como estos aspirantes hay muchos en todos los municipios y de todos los colores y sabores. Desglosar el perfil de cada uno de ellos haría de este un análisis muy amplio y tedioso; por tanto, sólo ofrecemos a nuestros lectores un esbozo de algunos de los más representativos, para que hagan sus anotaciones pertinentes y, llegado el momento, decidan a quién brindarle la oportunidad de representarlo o de entregarle el poder.  

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