Pedro Jiménez Torres
“Es el mejor tianguis de Tabasco”, nos dice doña Silvia Rodríguez Ordoñez, lideresa de los venteros del “Tianguis Campesino” del mercado público de Teapa, Diana Córdoba. Es un tianguis de verduras, dulces, frutas, yerbas, productos propios de la región y de la época, exóticas para los fuereños como la malanga, la guaya, el ñame. Con mucha historia se ha venido construyendo, mejorando, organizando en el anexo del mercado. Ahí, llegan diariamente a vender sus productos de variados gustos, gentes del campo de Teapa y lugares relativamente cercanos de Chiapas, que se tienen que levantar –veo que son más mujeres que hombres-, desde las tres de la mañana por la distancia que recorren, para llegar al “Tianguis Campesino”, que se abre a las cinco de la mañana. Es un espacio localizado en la parte principal y fuera del mercado como anexo. Nos cuenta doña Silvia Rodríguez Ordoñez de la Ranchería Mariano Pedrero de este municipio, acompañada de un grupo de venteras, que todas son amigas, donde veo de por medio una amistad casi familiar por la naturaleza del comercio que realizan.
Doña Silvia llama a doña Chona”, a Lupita que es vocal y a Lucía su Secretaria General, pero no existe ese trato de mandamás como en otras organizaciones, doña Lucía junto con 144 tianguistas más, es lo que componen este ordenado y visitado lugar del mercado público de Teapa, donde se encuentra de todo: totopos, dulces de leche, chile amashito curtido en pomitos, chile blanco, calabazas criollas, zanahorias, bolsas de verduras, naranjas, elotes, mandarinas, yerbas para remedios caseros, para el riñón, dolores. En fin, este es el “tianguis campesino” con toda la historia que tiene encima para ser lo que hoy es: un centro comercial verdulero saturado a como debe ser, de lo que usted quiera comprar en frutas y verduras por venteras del lugar y de las poblaciones en la raya de Chiapas.
Este centro comercial tiene más de veinte años de funcionar, es un lugar propiamente de verduras y frutas. Cuenta con 89 puestos construidos por la administración de “Necho Balboa”, aunque el mercado se construyó-me dicen- cuando el doctor Juan Vicente Cano que dejó una explanada para la venta de los tianguistas en este mismo lugar. Llegó Gladys Cano, y metió el techado a petición de los mismos campesinos vendedores, pues vendían bajo el sol. 89 barras mostrador construyó “Necho” y a decir de doña Andrea Rosado Rodríguez, de Juan Aldama y que vende tamalitos, dulce, cacao, “nos levantó del suelo”. Lo dicen de propia voz y una placa empotrada en la pared del tianguis lo confirma.
Vender es un oficio que requiere iniciativa, como la que vemos en el tianguis, donde la calabaza tierna con la madura, toman aspectos artísticos artesanales y de posiciones atractivas por sus venteros para llamar la atención del cliente. El chile dulce criollo, se acompaña en el mostrador con la calabaza, el perejil, el cilantro de la región y todas las demás yerbas que se ven. Es un mundo de fantasía agronómica para aquellos de gustos culinarios difíciles ahí encontrarán lo que buscan de la región. Porque, ha como se sabe, todas la venteras vienen de los pueblos y rancherías del municipio y Chiapas nos comenta doña Silvia junto a sus otras amigas. Dice –por ejemplo-, que aquella y señala con su dedo, viene de las Ánimas, la otra de las Delicias, de San Nicolás Bravo, Juan Aldama, Vicente Guerrero, de Chiapas, la Joya, la Gloria. Las propias venteras nos explican que tienen que salir tempranito porque desde las cinco de la mañana el tianguis abre sus puertas.
A la pregunta de cómo han trabajado con la actual administración, responden que no hay una queja; manifiestan que han recibido todo tipo de ayuda por parte de la Licenciada Elda Llergo y con el administrador del mercado Raúl Ortiz, hasta ahorita no tienen ningún problema y las ha apoyado.
En cuanto a nombres y anécdotas hay muchas. Doña Chona de San Lorenzo, Lucía, Lupita “la Doctora”, porque como conoce de medicina herbolaria, todas ocurren a ella y les “receta”, remedios que conoce lo que la hace ser muy popular en el tianguis; Silvia, Cuchita, Mary, doña Julia la dulcera, la del queso doña Dorita; Petra la de la verdura picada que tiene mucha demanda; Julia la vende huevo criollo, dice que le vendía a don Oscar Llergo; doña Migue la vende chaya, Marilú la vende quelite, doña Maricruz que viene de Hilda Joya, que vende “yerbitas” como toronjil, albahaca; doña Romanita, chile amashito curtido, plátano, calabaza criolla, y oriunda de Abasolito, Toña de San Pablo Tamborel, vende pan de mata, castaña cocida, chicozapote, fruta de temporada; doña Carmita de Arcadio Zentella, vende mandarina cajera, grey, coco, pasto criollo de la región. Y aparte, contaron que ellas se organizan para lo de la limpieza del tianguis. En este lugar a como ya se dijo, se venden las cosas propias de la región: chapaya, guaya, shuco, quelite, yerbamora, papa voladora, ñame entre otros. Doña Aidé, una señora de 85 años, y quien viene de Nicolás Bravo, vende naranjas, frijol nuevo, ñame; Charito, de la Gloria Chiapas, vende de todo y lo curioso es que es devota de San Lorencito y que todos los años lo celebra con la ayuda de doña Silvia y los tianguistas. Los creyentes también tienen su virgen de Guadalupe que en pocos días comenzarán a adornarla porque ya se acercan las celebraciones de las mañanitas y el día 12.
La anécdota que nos llamó la atención –nos cuenta doña Silvia-, es que una vez le pidió a doña Charito de la Gloria Chiapas, que le trajera naranja grey de la rosada y que al otro día se disculpó por no poder, ya que no pudo subirse a la mata porque “el palo amaneció baboso”. Y las risas del sentido picaresco aparecieron en todas.
Doña Silvia Rodríguez comenta que ha visitado otros mercados, en lo particular el Pino Suarez de Villahermosa, y que cuando le preguntan que de donde viene y les contesta que de Teapa, las venteras de ese mercado le aplauden, “porque la gente de otros lugares mencionan que el tianguis del mercado de Teapa, es el mejor de Tabasco”. No pues. Visiten este tianguis y platiquen con doña Silvia, con Chona, Silvia, Charito, y no se van a arrepentir de la amabilidad de estas estupendas venteras de lo que comemos en nuestras casas con el gusto de saber que son verduras frescas con el sabor de la amabilidad de los 144 tianguistas. Saludos.
Me gusto la redacción. Excelentes anécdotas.
ResponderBorrar