Tacotalpa, Tab. Octubre de 2014. Entre los tres hacen casi trescientos años de vida, trescientos años en los cuales han visto y vivido muchas cosas, son los individuos más longevos de Tacotalpa, los de más larga vida, los que han visto desde aquel Tacotalpa que se estaba llevando el río hasta el Tacotalpa de los celulares y el internet, desde el Tacotalpa de los tiempos de don Porfirio Díaz y el Garridismo hasta estos tiempos de la mariguana y la drogadicción, desde el Tacotalpa de los barcos y los viajes a caballo hasta el Tacotalpa de las carreteras y la pavimentación, desde el Tacotalpa de las malarias y la tuberculosis hasta el Tacotalpa del sida, desde el Tacotalpa de las buenas costumbres hasta el Tacotalpa de las tangas de hilo y el consumo de cocaína. Indudablemente que fueron hechos con buena madera, con esa madera que no se apolilla tan fácilmente sino que resiste las lluvias y las secas, los vientos y las mareas. No es como ahora que con cualquier cosita ya la juventud se está muriendo de influenza, de diabetes, de paros cardiacos, de sida, de presión arterial, por depresión o alcoholismo. Hasta parecen pollos de granja que no les puede caer ni un poquito de lluvia. Ellos en cambio han sido un monumento de vida sana y buena salud. Sólo el tiempo, como es natural, los podrá doblegar, sin embargo quedan allí como un testimonio de longevidad, como un vivo testigo de que Dios puede darle una larga vida a quien Él quiera.
Don Santiago Avendaño Feria tiene 90 años de edad, nació el 25 de julio de 1924, sus padres fueron doña Sara Feria Ovando y don Donato Avendaño Coutiño, primo el último del profesor Santos Coutiño. Tuvo cinco hermanos: Lorenza, Amado, María del Carmen, Asunción y José de los Santos. Cuatro de ellos no llegaron ni siquiera a los diez años y murieron de diversas enfermedades quedando únicamente viva su hermana Lorenza. Se casó con la señora balancanense María Felícita Baños Marín con la cual procreó a sus hijos: Guadalupe, Corazón de Jesús y Rosalinda. Vive en la calle Juan N. Moreno y es un extraordinario conocedor del Tacotalpa antiguo y desde su hogar ha visto cómo han pasado sobre Tacotalpa vientos e inundaciones, marginación y un poco de desarrollo.
El profesor Samuel Ramírez Romero popularmente conocido como el “Profe Samuelito” tiene 94 años, nació en el ejido Xicoténcatl el 12 de diciembre de 1920, sus padres fueron los también profesores Emiliano Ramírez Jiménez y doña Rosalía Romero Meza. Esta última hermana de doña Noemí y doña Catalina Romero Meza, dos ancianitas inolvidables.
El profesor Samuel fue el primero de 12 hermanos: Samuel, Juan, Raquel, Manuel, Concepción, Socorro, Ligia, Emiliano, Rosalía, David, Abraham y Catarina. Todos ellos están muertos, excepto Ligia.
Siendo todavía joven contrajo matrimonio con Barbulia Pérez López con la cual procreó a sus hijos José Antonio, Zoila Natividad y Miguel Atila Ramírez Pérez. Al morir su esposa, volvió a contraer nupcias con la joven María Aquino Jiménez, originaria de Macuspana, con la cual procreó a sus hijas Elsy Magnolia, Lilí del Carmen, Dalia, Nira, Nely, Flor Malí, María Lorena y Concepción Jazmín. Puras mujeres. Es el último maestro que queda de aquellos tiempos y siempre se ha caracterizado por su buen humor, por su afición a la cacería y por ser un incansable caminador de los caminos de Tacotalpa. Vive en la calle 20 de Noviembre frente a lo que ahora será la central camionera y desde allí sigue viendo la vida con alegría y buen humor. “Doña Lolita” cuyo nombre completo es Dolores Méndez Morales, tiene 103 años, nació el 8 de diciembre de 1900, es decir, nació con el siglo XX y ya lo ha repasado porque va a cumplir 104 años de edad. Es verdaderamente una mujer excepcional, mujer de trabajo y de lucha que esforzándose crió a sus 5 hijos de los cuales entre nietos, bisnietos y tataranietos tiene a 70 descendientes más. Siempre creyente de Dios, humilde ante los hombres pero millonaria ante los ojos de Jesucristo. Su vida ha sido siempre religión, trabajo y familia. Una mujer extraordinaria, ejemplo de lucha y dignidad. Hay gente que les aplaude a los políticos -que generalmente son unos rateros de marca- cuando en realidad deberían aplaudir y admirar a gente como doña Lolita. Vive en el Ejido Ceibita casi cerca al CBTA 93 y desde allí rodeada de flores ha visto pasar la vida. Es la flor más longeva de Tacotalpa. Dios bendiga a mis paisanos.
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