- Aspirantes avasallados anuncian su salida del tricolor
- El CEN envía un delegado especial para calmar los ánimos y reconstruir la unidad al interior del partido
Daniel Becerra Conde
Las expectativas de triunfo que durante dos años alimentó el Partido Revolucionario Institucional en Tabasco a base de ataques constantes al “gobierno del cambio” parecen caerse como frágil castillo de naipes, tras el fallido intento de la dirigencia estatal por construir candidaturas de unidad con miras a los comicios del 7 de junio para renovar alcaldías y el Congreso local.
El desaseo en el proceso de selección y la falta de consensos entre los aspirantes parece enfilar al tricolor hacia otro fracaso electoral, en virtud de que algunos de sus cuadros más representativos han anunciado su salida hacia otros partidos luego de ver frustradas sus aspiraciones, llevándose consigo a sus simpatizantes.
En el caso de los municipios de la Sierra, la llamada imposición de Mariano Cano en Teapa ha provocado que Jorge Armando Cano —uno de los más fuertes aspirantes a la alcaldía—emigre a las filas del Partido Verde para ser nominado como su candidato, en tanto que Julio César Pedrero Medina, Selene Mollinedo y Alicia Jáuregui decidieron no someterse a los designios de la cúpula partidista y se inscribieron para participar en la contienda interna, bajo la advertencia de que no permitirán mano negra. Los resultados serán de pronósticos reservados y se auguran más escisiones.
La nominación de Efraín Narváez Álvarez en Tacotalpa también generó severos cuestionamientos por parte de los aspirantes Ricky Arcos Pérez, Gabriel Pérez Paz, Luis Zenón Vázquez y Orbelín Cruz Méndez, quienes han manifestado su inconformidad ante lo que califican de un engaño por parte de la dirigencia estatal.
Y en el mismo tenor están los precandidatos a la presidencia municipal de Jalapa Carlos Priego Pérez y María Eugenia Zurita Cortes, al considerar que los dados están cargados a favor de Óscar Romero Contreri. Y en Macuspana ocurre un fenómeno similar cuando trascendió que el “bueno” para la alcaldía es José Eduardo “Cuco” Rovirosa, quien en el pasado ha dado muestras de nula lealtad partidista.
Con respecto al reparto de candidaturas a una curul, los aspirantes de los municipios de la Sierra siguen la misma tónica, al repudiar a los ungidos por la cúpula, como son Yenni Rodríguez Aguilar por el distrito XXI (Teapa y Tacotalpa), Carlos Manuel Rovirosa Torres por el distrito XI (Centro-Jalapa), un junior totalmente desarraigado y desconocedor de la problemática del municipio, y un desconocido Carlos Feliciano González por el distrito XV (Macuspana, Jonuta y Emiliano Zapata).
A finales del año pasado, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional, Williams Ochoa Gallegos,aseguró que estaban dadas las condiciones para construir candidaturas de unidad y que la selección de candidatos sería por encuestas, proceso que se realizaría de manera transparente y con reglas claras.
El propio dirigente estatal del PRI, Erubiel Alonso Qué, externó en su momento que había muy buena disposición por parte de los aspirantes para respetar las reglas del proceso e inclusive auguró que no habría divisionismo una vez que se definieran las candidaturas.
Hoy la realidad les ha dado un fuerte golpe bajo, que amenaza con mandar nuevamente a la lona al otrora imbatible partidazo. Y son tan graves las consecuencias del desmembramiento, que el CEN tuvo que enviar un delegado especial en la persona de Alberto Rébora González “para coadyuvar en el trabajo político-electoral de cara al proceso constitucional de este año”, según informó el secretario de Organización del CDE, Pedro Gutiérrez Gutiérrez.
Esto es, el Comité Ejecutivo Nacional ve focos rojos en Tabasco y envió refuerzos para tratar de apaciguar al rebaño y meter al redil a las ovejas descarriadas. Tarea harto difícil, por no decir imposible.
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