- Hasta en las redes sociales anuncian los ciudadanos ser víctimas del mal, sin que se vean acciones gubernamentales para frenar el avance de este mal
Daniel Becerra Conde
Alarmante incidencia de casos de brotes de la fiebre chikungunya mantiene en vilo a la población de la región Sierra, específicamente en el municipio de Teapa, donde prácticamente todas las comunidades y la misma cabecera municipal están invadidas por este padecimiento provocado por un virus transmitido por un mosquito parecido al del dengue.
A pesar de que las autoridades de la Secretaría de Salud guardan total hermetismo para no alarmar a la población —contrario al sentido común que prevé la necesidad de informar para prevenir—, es una realidad que este problema está rebasando la capacidad del sistema estatal de salud, dado que no se han emprendido acciones enérgicas para frenar su avance.
Es tan visible y preocupante el brote de esta plaga, que inclusive en las redes sociales muchos personajes de la vida pública han informado ser víctimas del ya famoso chikungunya, como el caso de la señora Alicia Jáuregui de Calzada, esposa del ex alcalde Rafael Darío Calzada, quien a través de su cuenta de Facebook, al igual que centenares de personas, han publicado que se encuentran infectadas.
La fiebre chikungunya se agudiza más en Teapa por su vecindad con los municipios chiapanecos de Amatán, Ixtapangajoya y Pichucalco, donde se han reportado la mayor cantidad de casos de este padecimiento, lo cual ha obligado al gobernador de esa entidad, Manuel Velasco Coello, a solicitar apoyo al gobierno federal para frenar el avance del mal que se ha convertido en un verdadero problema de salud y amenaza con salirse de control.
Lo grave del caso es que no se ven por ningún lado las acciones que ya deberían estar emprendiendo las autoridades sanitarias locales y estatales; ni brigadas de fumigación, ni boletines informativos, ni jornadas de limpieza u otras medidas por parte del ayuntamiento, del gobierno estatal e inclusive del gobierno federal.
Por el contrario, hay absoluto silencio en torno a las medidas que se están tomando y las autoridades están más entretenidas planeando y moviendo sus piezas por los recientes cambios que se han dado en la propia Secretaría y otras dependencias estatales, como en los próximos nombramientos de funcionarios en las administraciones locales.
Y mientras tanto, la ciudadanía se siente indefensa y vulnerable ante la proliferación del mosquito transmisor del chikungunya, que ha encontrado en esta región “el mejor lugar para vivir”, disfrutando irónicamente la máxima bíblica de “creceos y multiplicaos”, al cabo que las autoridades, bien gracias.
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