- Entre la muerte de Ismael Díaz López y J J Joaquín hay un abismo de favoritismo por parte de esa dependencia a cargo de Fernando Valenzuela Pernas
Con la muerte misteriosa pero bochornosa y entredicha del reportero José Joaquín Pérez Morales (muy conocido como J. J. Joaquín) y del fotógrafo Aurelio Hernández Rivera( el fotógrafo de la blancura), acaecida en la ciudad de Villahermosa Tabasco y encontrados sus cuerpos semi desnudos y sin herida alguna en un cuarto del hotel Carranza en el centro de la ciudad, se develan los verdaderos modos de operar de la Fiscalía General del Estado (FGET) que dirige el Doctor Fernando Valenzuela Pernas, pues la operatividad para esclarecer las causas, fue de una respuesta inmediata y hasta dirigidas por el propio Fiscal del Estado, quien incluso, dio a conocer que “la Fiscalía General del Estado(FGE) de Tabasco informa que trabaja en coordinación con la Procuraduría General de la República(PGR)”.
Estos hechos sucedieron el pasado jueves 24 de septiembre de 2015 y desde el momento mismo que se descubrieron los cuerpos, en cuyo cuarto se encontraban latas de cervezas y no se sabe que otras cosas, pero sí de que entraron con dos mujeres, la Fiscalía movilizó a todo un equipo de especialistas en criminalística para obtener datos de todo tipo en el lugar de los hechos, revisar videos, hacer retratos hablados, buscar huellas, objetos, análisis químicos y todavía, en la perfecta respuesta a un supuesto homicidio –o tal vez un pasón, por qué no-, Pernas ordenó el envío de material para su análisis a las oficinas de la PGR en la ciudad de México, como son, muestras de orina, líquidos gástricos y sangre “al área de genética de servicios periciales de la instancia federal para poder concluir si se trató de envenenamiento o alguna sustancia que pudieran haber ingerido y les hubiera provocado la muerte por insuficiencia respiratoria aguda, ya que los cuerpos no cuentan con ningún rasgo de violencia”(sic). Esto lo dice el comunicado oficial que emitió esa Fiscalía el pasado 25 de septiembre en todos los diarios informativos de Tabasco. Es pues, la movilización adecuada y correcta para esclarecer hechos de posible carácter delictivo. Hasta el Doctor Pernas fue a la casa de la esposa de J J Joaquín a darle el pésame (¿?) a la viuda del conocido periodista entre toda la élite política del estado y gozoso profesional de las componendas gobiernistas y de trabajos bien remunerados.
Pero esto no pasó con el caso del periodista asesinado en Teapa, Ismael Díaz López, quien fue encontrado casi muerto –para mi estaba muerto por la abundante hemorragia- el 18 de junio de este 2015, como a 25 metros de distancia de la casa de la ex esposa en la estación del ferrocarril, en medio de un charco de su propia sangre y huellas hemáticas al caminar y que venían desde esa casa que mencionamos. El cuerpo de Ismael con una herida mortal en el cuello, fue levantado por una patrulla y luego de hacer la “finta” de los primeros auxilios y de querer trasladarlo a Villahermosa -¿estando agónicamente muerto ya?-, lo regresaron a Teapa directamente a la plancha del panteón donde se le practicó una autopsia de “talacheo legista”, se le abrió en canal casi y se le costuró como a los costales de arroz y ahí se dejó el cuerpo hasta que alguien lo reclamara. Con la intervención de la Licenciada Elda Llergo, se logró conseguirle su caja para que cristianamente quedara en condiciones y no tirado como un perro como lo dejó el médico legista. ¿Y la Fiscalía? Pues simplemente no actuó como lo hizo con los muertos J J Joaquín y Aurelio Hernández Rivera de Villahermosa. Tiene más de 3 meses de muerto Ismael Díaz López y la Fiscalía de Teapa no tiene a ningún detenido entre la que fue su mujer del finado, su hijastro y un supuesto amante de la misma que se dice ahí estaban en la mañana cuando pasó lo trágico de Ismael. ¿Por qué Pernas no actuó en el caso de Ismael como en el de J J Joaquín?¿Iría Pernas a darle el pésame a la señora con que se casó Ismael y que demostró ser su autentica y legal esposa? Y es que J J Joaquín, aunque amigo nuestro, era un periodista de “cuello blanco” muy bien cotizado en los círculos políticos de Villahermosa y el pobre de Ismael Díaz López, aunque fue un excelente reportero de investigación le repugnaba el elogio arrastrado que se practica por algunos reporteros y vivía de lo que se ganaba y le daban algunas personas.
La justicia con Pernas se maneja, según vemos, a como más le conviene políticamente y J J Joaquín era el señor J J Joaquín, mientras que Ismael Díaz López, era, simplemente, Ismael, el apestoso y borracho reportero de la sierra. ¿Cómo la ve?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario