Como todo dictado de la naturaleza, el tiempo implacable ha cumplido puntualmente un ciclo que entrelaza el ocaso de un pasado reciente y el amanecer de un nuevo futuro.
El 2015 agoniza en el calendario dejando un mal recuerdo en la memoria colectiva de los tabasqueños, para dar vida a un 2016 más prometedor en el aspecto político, pero también más incierto en lo económico.
En la región Sierra, el año que culmina se lleva consigo los sueños rotos de miles de ciudadanos que apostaron a cuatro proyectos políticos en su momento prometedores y novedosos, pero que en los hechos resultaron ser más de lo mismo.
Tres años atrás, los tacotalpenses habían dado un giro a la izquierda y con ese golpe de timón conquistaron el último reducto de la hegemonía priista; sin embargo, las expectativas que generó su capitán se convirtieron en desilusión y en este 2015 la tripulación se rebeló enfilando sus velas hacia aguas menos tormentosas, dejando en claro que la alternancia ya no es una moda sino un instrumento de castigo que llegó para quedarse.
En Teapa, después de nueve años de gobiernos priistas, antecedidos por una administración perredista que pretendió nuevamente regir los destinos de este municipio, los ciudadanos dijeron ¡basta! Y tomaron un rumbo novedoso que augura cosas mejores, arropados por un partido joven que viene empujando fuerte.
Los macuspanenses, contagiados por la locura de un político muy singular, se alzaron contra una administración polémica, calificada de nefasta por muchos, y despiden con trompetillas y mentadas al artífice del divisionismo y el rezago en aquella comuna.
Jalapa hizo historia al elegir por primera vez a una mujer para que conduzca los destinos de un pueblo ansioso por salir de la marginación en que se encuentra, una mujer que en su nombre lleva el anhelo de los ciudadanos.
Y mientras las familias de esta región se alistan para despedir un año aciago, decepcionados por la falta de sensibilidad de sus gobernantes para atender la problemática que aqueja a las comunidades, éstos se remojan los labios, esperando ansiosos la culminación de su compromiso para disfrutar de los millones amasados durante su administración.
Se va el 2015 con sus contrastes y el 2016 asoma ya por la ventana, cargado de amplias expectativas en las administraciones que arrancarán desde el primer minuto de su llegada. El mejor deseo de Navidad y Año Nuevo es que se cumplan tales expectativas y que las autoridades emergentes estén a la altura de las circunstancias.)
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