- La historia de corrupción en la calificación de las cuentas públicas de los ayuntamientos le da pocas esperanzas a los ciudadanos de que se les haga justicia.
Daniel Becerra Conde
Entre flashazos y grabadoras que registraban el histórico momento, el alcalde teapaneco Jorge Armando Cano Gómez anunció que fue interpuesta una demanda penal contra su antecesora Elda María Llergo Asmitia y varios ex funcionarios de su administración. Acción que puso a temblar a más de uno, pero que también generó la incredulidad y el desdén de un grueso sector de la población.
No es para menos, pues la historia reciente nos revela que en este país de la impunidad no pasa nada cuando se trata de corrupción en las más altas esferas del poder. Cuentas reprobadas, observaciones sin solventar, demandas penales y denuncias públicas, son meras palabras huecas sin sentido que no cobran valor para los ciudadanos, pues los señalados saben de antemano que no serán tocados ni con el pétalo de una rosa, si acaso tendrán que caerse con un sencillo para repartir entre los “representantes del pueblo”, los fiscales legislativos, los ministerios públicos y los juzgados penales.
Es todo un entramado en donde se mezclan intereses políticos y económicos y que dejan a los ciudadanos desprotegidos porque alcaldes, directores, coordinadores y funcionarios de todos los niveles les roban su dinero sin que reciban su castigo. Y esto no es privativo de algún municipio en particular, lamentablemente es un cáncer que se ha expandido en prácticamente todos los ayuntamientos de Tabasco.
El historial de corrupción se remonta al trienio 1983-1985, dentro de la administración gubernamental de Enrique González Pedrero, con dos casos documentados: los alcaldes de Balancán y Jalpa de Méndez, Paulino Rivera Calvo y Miguel Ángel Campos Ochoa, respectivamente, a quienes el Congreso no les aprobó su última cuenta pública y pese a que entonces Contaduría Mayor de Hacienda interpuso las demandas penales correspondientes, los expedientes quedaron relegados y a los acusados jamás se les llamó a cuentas.
Muchos han sido los alcaldes reprobados, pero sólo unos cuantos han pisado la cárcel. Muy sonados fueron los casos de José Antonio Maza Fuentes, Oscar Zacarías Pérez, Hugo Alamilla Pérez y Rodolfo Sánchez de la Cruz, de Tenosique, Macuspana, Paraíso y Cárdenas en el trienio 1989-1991, aunque este último escapó alertado por su hermano, el entonces secretario de Gobierno Fernando Sánchez de la Cruz.
Se recuerda también a los ex ediles de Tacotalpa, Cunduacán y Macuspana Antonio Román Álvarez, Enrique Campos Mateos y Julio César Pérez Oropeza, quienes también fueron encarcelados temporalmente, si bien hubo otros tres alcaldes (Tenosique, Jonuta y Centla) que les fueron reprobadas sus cuentas pero no se les dictó órdenes de aprehensión.
Y finalmente, el último presidente municipal que pisó la cárcel en dos ocasiones por malversación de fondos fue el jalapaneco Antonio Priego Jiménez (trienio 2007-2009), pero luego de un tormentoso proceso, en poco tiempo obtuvo su libertad.
De ahí en fuera, se han reprobado por lo menos 20 cuentas públicas y jamás se ha castigado a los culpables, como por ejemplo Javier May Rodríguez (que fue premiado con una reelección), José Ramiro López Obrador, José Eduardo “Cuco” Rovirosa Ramírez, también premiado nuevamente con otro período, Lourdes Bolívar Gorra (Emiliano Zapata) Freddy Martínez Colomé (Macuspana) y Rafael Elías Sánchez Cabrales (Jonuta), entre muchos más.
Con esos antecedentes, poco se puede presumir que Elda Llergo sea llamada a cuentas, pues ya se sabe de qué lado masca la iguana y basta con untarle tantita manteca a las manos de las autoridades judiciales, a los diputados y a los funcionarios del Órgano Superior de Fiscalización, para librar la aduana carcelaria y continuar disfrutando los bienes malhabidos.
La moneda queda en el aire y el pueblo está a la expectativa si este caso será uno de tantos más que sólo engrosan el expediente de impunidad o si se sentará un precedente en Tabasco de que los tiempos de las componendas políticas ya son cosa del pasado.
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Las acusaciones están fuera de contexto: Elda Llergo
- La ex alcaldesa asegura que en este momento se encuentra fuera de toda actividad política y tranquila atendiendo cuestiones personales.
Pedro Jiménez Torres
“Las acusaciones vertidas en mi contra y de algunos de mis ex colaboradores se encuentran fuera de contexto”, comentó en charla con este reportero vía telefónica la ex alcaldesa de Teapa, Elda Llergo Asmitia.
Cabe hacer mención que hace algunos días el ayuntamiento de Teapa que preside Jorge Armando Cano Gómez, presentó una denuncia penalmente contra de funcionarios de primer nivel de la pasada administración, por los delitos de ejercicio indebido del servicio público, abuso de autoridad, peculado, robo de documentos oficiales, defraudación fiscal y los que resulten.
Sin embargo Elda Llergo se limitó diciendo que sus acusadores estaban fuera de contexto e incluso ignorantes de las nuevas reformas penales.
“Son personas que desconocen las nuevas reformas penales, incurriendo en responsabilidades que violan derechos de quienes acusan al mencionar nombres”. Agregó.
“En su momento haré valer mis derechos y por lo pronto, no he hecho declaraciones directas sobre el tema, porque no voy a entrar en el juego de ellos. Creo ser prudente con mi silencio y no caer en provocaciones ante acciones irresponsables”. Acotó sobre ese tema.
Abundó que está fuera de la política partidista en el municipio y que sus atenciones se limitan a cuestiones de carácter personal: “me dedico a mis asuntos personales” –remarcó.
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Pide Manlio Beltrán castigo para malos ex funcionarios de Teapa
El diputado pevemista también pidió a los integrantes de la Segunda Comisión Inspectora de Hacienda, así como al OSFE, hagan una exhaustiva revisión a la anterior gestión municipal de Teapa.
El legislador local, Manlio Beltrán Ramos ante el pleno del Honorable Congreso del Estado emitió un posicionamiento en relación a las recientes denuncias penales presentadas por el Ayuntamiento de Teapa en contra de servidores públicos de la anterior administración municipal por diversos actos de corrupción.
“La corrupción se ha convertido en uno de los más graves flagelos de nuestra sociedad y no podemos seguir solapando a nadie, por ello nos congratula que sea un ayuntamiento verde el que está poniendo el ejemplo en la defensa del patrimonio de sus ciudadanos, no hay de otra, el que la hizo que la pague, sea quien sea y sea del partido político que sea, ahora que asuman plenamente su responsabilidad y enfrenten sus consecuencias”, apuntó.
Beltrán Ramos señaló que es necesario dar un salto histórico a favor de la transparencia, la honestidad y la rendición de cuentas en el quehacer cotidiano de todos nuestros niveles y esferas de gobierno para ir erradicando los actos de corrupción en el Estado.
Finalmente pidió a todos los integrantes de la Segunda Comisión Inspectora de Hacienda, así como al Órgano Superior de Fiscalización del Estado, para que hagan una exhaustiva revisión a la anterior gestión municipal de Teapa y no permitamos que quede impune ningún acto que haya agraviado al pueblo teapaneco.
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