El 2008: año difícil, duro… y de grandes alternativas

Lucha contra el crimen organizado… Plan Hídrico, una realidad incuestionable… La CFE no aplica el acuerdo de tarifas preferenciales… Quiénes no cumplieron en los municipios de La Sierra.

La evaluación más realista sobre la situa­ción que vive Tabasco y ha soportado en un año, la acaba de hacer la primera dama del país, Margarita Zavala de Calderón, que los daños generados por la inundación han sido múltiples y por eso los efectos se conjugan con otros factores hasta formar un ambiente de ca­rencias y necesidades que hay que ir subsanando sistemáticamente o se convierten en un espectro que se vierte contra la sociedad misma.

Un análisis o enfoque digno de la mejor evaluación que aquellos que escriben y repiten frases trilladas y cimarronas no lo pueden en­tender porque se salen de su percepción que no va más allá de sus narices, por eso, Margarita Zavala, indicó que la inundación que sufrió Ta­basco, la peor de su historia, tuvo un auditorio en el país y fuera de él, para apoyar solidariamente los efectos de la contingencia. Ha sido digna de mención la manera que su gobierno, con Andrés Granier a la cabeza, asumió esa responsabilidad de enfrentar los embates del fenómeno y de sus consecuencias sociales.

En Tabasco, desde octubre del año pasado parece haberse desgajado una parte del universo infinito. Sucedió de todo: trabajo organizado, solidario y apoyos, a tal grado que la idea de la politización del mismo no quedara en simple intención; las dirigencias naturales y los grupos y corrientes de oposición quisieron hacer su agosto de lo sucedido en octubre y los grupos afectados reunidos en los albergues comenzaron una sistemática campaña de desinformación, en el sentido que no estaban recibiendo la parte del apoyo internacional provenientes de otros países y que ellos recibían migajas y comida chatarra, mientras otros se quedaban con la parte del león. En este sentido, fueron las reconvenciones a los ciudadanos, la mayoría, parte de los más débiles y vulnerables; por eso inyectaron la inconfor­midad que constituye una acción condenable, empezando que toda la ayuda internacional fue canalizada a través de Sedesol, Conagua y otras Secretarías para integrarlas en paquetes, y aquella que llegó a Tabasco fue canalizada por medio de una Comisión Interestatal para la Reconstrucción; de esa manera se informó a los ciudadanos que, sujetos a la voluntad de algunas dirigencias, formaban cada día nuevo grupos de solicitantes para a agregarlos a los beneficios, cuando el padrón ya tenía incluidos a todos los afectados por zonas inundables. En esto constituyó el malentendido.

El renglón de la lucha contra la inseguridad que ya estaba haciendo crisis en el ánimo de los tabasqueños, ha resultado un fenómeno social incomprensible y que ha representado, junto con el Plan Hídrico Integral, uno de los grandes retos que amenazan a nuestra sociedad. El goberna­dor Granier convocó a todos los grupos sociales sin distinción de partidos o de ideologías, para formar un gran frente de unidad en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, lo mismo el secuestro que en los últimos tiempos se había agudizado en la entidad. Muchos pen­saron que se trataba de un lucimiento personal, con la finalidad de limar asperezas con algunos protagonistas y dirigentes de oposición, pero el Químico fue contundente al señalar que en ese sentido no habría ninguna clase de concesión ni tregua alguna y que se actuaría con la espada de la ley, cayera la cabeza de quién cayera, debido a que existía la certeza de que muchos mandos y miembros de la policía estatal y municipal, estaban en complicidad con los delincuentes y les pasaban información, los mantenían al tanto en un catálogo de personas de la localidad y del mismo desplazamiento de los grupos policiacos federales y del ejército.

El éxito alcanzado por el gobernador Andrés Granier, hasta la fecha, no se le ha reconocido en todo lo que vale, pero no hay duda que las ejecuciones y secuestros han disminuido en la entidad y se continúa en la acción de liquidar los rezagos que existan del crimen organizado, que por otra parte no es cosa exclusiva nuestra, pero aquí por inexplicables vínculos y razones fincaron su residencia algunos como enlace de los capos que nos habían tenido como una isla apartada del mundanal ruido, donde podían establecer libremente sus operativos y contar con el apoyo de algunas autoridades y de los mandos policia­cos. Entonces, ¿cuándo iban a encontrar a los secuestradores? La respuesta es: ¡Nunca!

Un análisis de conciencia, para las autorida­des que forman la región de La Sierra, les puede arrojar interesantes resultados. El primero es que han tomado el pretexto de la contingencia, donde su aportación ha sido nula, por así decirlo, además de la mano del Químico Granier no se ha visto otra y las ausencias son notorias; su labor más bien se clasifica dentro del campo de la cursilería y de la negligencia, sin abandonar el marco de la ambición, que aun habiendo apro­bado el Congreso todas las cuentas públicas, quedan fisuras, realidades que son otras y que el pueblo que tiene memoria reprueba la forma en que se conducen algunos ediles, de los cuales Antonio Priego es en negrito del arroz dentro del marco de esa panorámica.

Lo peor es que prometieron y se compro­metieron en atender a los ciudadanos y ahora se hacen invisibles a los ojos de todos y se la pasan en el Cencalli, Sanborn’s, VIP’s, Calinda, entre otros y ya muchos ciudadanos aprendieron el camino y en lugar de solicitar audiencia en el Palacio Municipal localizan el desayunadero pre­ferido del alcalde y allí lo abordan; ofrece atención pero la gente ya no cree en los cuentos chinos y tampoco en promesas. Para el tricolor será difícil obtener espacios electorales, pues el prestigio de alcaldes y diputados está devaluado y el nombre que arrastra simpatía y preferencias electorales es el del gobernador Andrés Granier.
Militantes de todos los partidos, quitando a los fundamentalistas, apoyan al gobernante y conservan la confianza que le dieron a pesar de la cerrada compaña en su contra hasta por los actos más inverosímiles, por eso en caso de votar por otra opción lo harían por Granier, por él, no por el PRI. Sumando a esto el debilitamiento de las aldeas, la división del PRD, que de alguna manera está confundiendo a la militancia que reciben dos tipos de consignas: una del CEN del PRD que ahora tiene al frente a Jesús Ortega Martínez y otra de líder nato de ese partido en Tabasco y del Frente Amplio Progresista, FAP, Andrés Manuel López Obrador.

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