Sin control el priismo de Jalapa

Adrian Hernández Balboa no tiene ni la mínima idea de cómo controlar a los grupos políticos municipales

Por: Rubén Darío Arias Torres.

El cambio en la dirigencia municipal del Partido Revolucionario Institucional de Jalapa que ahora encabeza Geny Zurita Cortes y el permanente proselitismo realizado por quienes se consideran los idóneos para ser el próximo presidente municipal y diputado local, son la muestra de que el 2012 se adelantó por mucho en todas las comunidades del estado, a pesar del exhorto del mandatario Andrés Granier Melo y del dirigente del Comité Directivo Estatal, Adrian Hernández Balboa a no moverse.

El desbocamiento mantiene en pugna a los grupos políticos del estado y por supuesto a los particulares de cada municipio; hombres y mujeres quienes en su mayoría ya tienen decidido a sus candidatos para gobernador, senador y diputado federal y recorren el territorio regalando medicinas, despensas y otras cosas, a favor de estos.
En el caso de Jalapa, sin dudas el grupo a vencer sigue siendo el de Roger Pérez Évoli y sus huestes evangélicas. Un viejo lobo vestido de cordero y túnica de pastor. Para nadie es desconocido que el fue el causante de que la fórmula de Víctor Domínguez Sarracino y Fernando Oropeza Correa perdieran la elección en el 2009, al provocar el voto cruzado, en venganza por no haber podido colocar a su delfín como candidato a la presidencia municipal.
A pesar de esa mala experiencia, el ex diputado Domínguez Sarracino insiste en su aventura de querer ser edil, olvidándose que otra razón por la que los electores no votaron por él, fue su soberbia y falta de tacto político.
Un hombre que no supo cuidar sus raíces humilde y que cuando alcanzo la diputación local, los jalapanecos corrían a tras de él, porque nunca se detenía para escuchar sus problemas, llegando hasta dejar a algunos con la palabra en la boca. Además, al pueblo no se le olvida que fue él quien solapó a Antonio Priego Jiménez, en el descomunal saqueo a las arcas del municipio.
Enfrente de él, se ha colocado Ovidio Hernández Pérez, ex director del COBATAB a nivel municipal e incluso, con alguna cartera en la dirección general, busca también ser postulado basándose en su buena imagen pública, su cercanía con el gobernador Andrés Granier Rafael Melo y su secretario de gobierno, Humberto Mayans Canabal.
En la lista por la alcaldía se ha apuntado Oscar Romero Contreri, un ganadero, ligado al grupo del ex mandatario Manuel Andrade Díaz, bien visto por el electorado; con mucha solvencia moral y económica. Últimamente se le siguen sumando y multiplicando adeptos y seguidores, algunos no muy bien visto, pero bueno en política precisamente de lo que se trata es de sumar y multiplicar, nunca restar y mucho menos dividir. Sin lugar a dudas Oscar Romero dentro del PRI tiene todas las posibilidades de cómo candidato recuperar a Jalapa ahora en manos de un gobierno de extracción perredista
Fernando Oropeza Correa, **El Pichi**, también la buscará nuevamente, solo que ahora pretende lograr la grande y no la diputación local. Ramón Isidro Gómez, hijo del ex edil Ramón Gómez, funcionario de PEMEX que tiene solvencia económica y un franco interés por competir.
Curiosamente, y aun cuando los nombres ya empiezan a barajarse y de que la restructuración del Comité Directivo Municipal es un hecho, está cada vez más que claro que Adrian Hernández no tiene ni la mínima idea de cómo controlar a los grupos políticos municipales, sobre todo en los territorios en donde el Partido de la Revolución Democrática o Acción Nacional gobierna.
Su salida, entonces, se torna necesaria y urgente, con el fin de poderle dar seguridad y reglas claras a todos los actores en las elecciones del 2012, en donde todo estará en juego.
Los tiempos se han acelerando dentro del PRI, sus cuadros políticos están mas que dispuestos, pero con una dirigencia municipal desorganizada, con un edifico en ruinas y un PRD, que si bien es cierto tampoco presenta una caballada fuerte, sigue siendo gobierno y tiene en su favor, la pesada loza que dejó Toño Priego y que el pueblo lleva acuesta.
Una situación que al parecer está aprovechando el líder municipal perredista Eugenio Solís Ramírez, quien recorre las comunidades recordándole a la ciudadanía las penurias que está pasando el municipio, debido a la pésima administración del ex edil preso, aprovechando la ocasión, claro, para hacerles sentir su aspiración por ser alcalde.
Tabasco está en punto de ebullición, los grupos se mueven sin control, ni liderazgo que les defina reglas, la figura de Adrian Hernández se empequeñece, mientras que el PRI en los municipios se encuentra en guerras intestinas y sin cuartel, como en Jalapa. //elciudadanorubendario@hotmail.com.

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