El sacerdote Albino Hernández, un verdadero hombre de Dios

El sacerdote Albino Hernández Hernández , un verdadero hombre de Dios.

  • Ese sí que era un verdadero sacerdote entregado en cuerpo y alma a su ministro

César García Córdova, Cronista Municipal

Tacotalpa, Tab. Febrero de 2016. El pasado sábado 27 de febrero, día en que los tabasqueños celebramos aquella gloriosa “Batalla del 27 de Febrero de 1864”, donde las huestes del Corl. Gregorio Méndez Magaña y el Corl. Lino Merino Marcín vencieron a los francoinvasores,  nos despertamos con la triste noticia de que el sacerdote Albino Hernández Hernández había fallecido víctima del cáncer.  
Muchos lamentamos sinceramente su deceso, pues quienes conocimos de cerca al “Padre Albino” -como cariñosamente le llamábamos- nos dimos cuenta que era un verdadero sacerdote, un verdadero hombre de Dios entregado a su ministerio y a dar testimonio de Cristo entre los hombres. No era un “funcionario de Dios”, de esos “pastores modernos” que como dijo recientemente el Papa Francisco, se dedican a vivir cómodamente a costillas del evangelio como si fuera un mullido sillón donde sentarse mientras se abanican e. Tienen casas, carros, ranchos y se codean con la “alta, light socialité”, mientras la feligresía es avasallada por la pobreza, el materialismo, la injusticia, las drogas, la dureza del alma y todos esos males que aquejan a las sociedades del mundo actual.  El Padre Albino no era de esos, sino que luchaba incansablemente por instaurar el reino de Dios entre los hombres. Este pueblo que es de dura cerviz, esta sociedad que me adora con la boca pero no con el corazón. 
Este Hombre de Dios nació el 1 de marzo de 1938 en Tlalpuhauila, Michoacán. Sus padres fueron el señor Alejandro Hernández y la señora María del Carmen Hernández, también ya fallecidos. Fue el único varón de tres hijos, sus dos hermanas eran Francisca y Helena. Se ordenó sacerdote el 8 de diciembre de 1969. 
Una vez ordenado llegó a Tabasco donde vivió toda su vida sacerdotal a lo largo de 47 años dedicada a los tabasqueños. Prestó sus servicios en las parroquias de Frontera, Tacotalpa, Emiliano Zapata, Ciudad Pemex, Cupilco, la Iglesia de “La Santa Cruz” en Villahermosa, Atasta y Lomitas (Nacajuca), donde actualmente era párroco. Murió a las 6:45 de la mañana el sábado pasado en la ciudad de Villahermosa. Su cuerpo -que no sus restos como dice la gente ya que su cuerpo también se lo dio Dios- fue trasladado y sepultado en su tierra de origen, Michoacán, sorpresivamente el ¡1 de marzo! día en que nació, junto a la tumba de sus padres.  Se nota que Dios anda en todo esto y que nada es casual. Porque si un 1 de marzo nació para la vida en la tierra, también  un 1 de marzo ha nacido para la vida eterna de Dios. “El que cree en mí, tendrá vida eterna”, dijo Jesucristo. Y aquí hay un hombre que creyó. 
El Padre Albino llegó a Tacotalpa como sacerdote de la Parroquia de La Virgen de la Asunción el 7 de mayo de 1978 y permaneció allí durante siete años hasta el 22 de septiembre de 1984. Lo sustituyó otro excelente sacerdote lamentablemente también ya extinto, el padre Benito Antonio García. Fue él quien repelló e hizo los primeros baños de la iglesia, además de su incansable labor pastoral entre cerros, acahuales y montañas. 
Desde el primer momento la gente notó que no era un sacerdote común, forjado en la rígida disciplina sacerdotal de antes, el Padre Albino era un hombre de recio carácter, un luchador incansable del evangelio que no vacilaba en decirte las cosas en plena cara, o sacarte de la iglesia si a la hora de misa estabas riendo o platicando. ¡A la misa se viene a adorar a Dios!, dictaba en sus largos sermones de una hora o más. Lo mismo les sucedía a aquellas féminas que llegaban a la iglesia con minifaldas cortititas casi enseñando el calzón o todas despechugadas o pintarrasqueadas como un grafiti urbano. “¡Parecen Cepillín!, decía desde el púlpito, píntense sí, pero con decoro, con recato, el maquillaje es muy bonito cuando realza la belleza de la mujer no cuando la hace grotesca”.  Lo mismo tundía a los hombres, políticos, comerciantes ladrones, borrachos, drogadictos, etc. Era un verdadero pastor, muy celoso de la adoración de Dios, era como los antiguos profetas de Israel a quien el pueblo terminaba  matando porque no les decían  lo que ellos querían  oír. A mí su forma de ser me recordaba mucho las palabras del profeta Elías: “Ardo de amor celoso por Yavé”. 
Este hombre recio, de mirada firme y decidida, también era un hombre de una honda ternura pues a los niños de Tacotalpa que llegaban a la doctrina les compuso un canto religioso que decía: “Ninguno vive solo, ninguno vive solo, ni un pobre cachorrillo, ni mucho menos tú chiquillo…..y vayas donde vayas, jamás te encuentras solo, pues tu mejor amigo es Jesús”. 
De igual manera era un hombre de una gran devoción por la virgen María, la Madre de Dios. Aquí en Tacotalpa junto con el guitarrista Jesús García Sarao “Frijolito”, le compuso un canto a La Virgen de la Asunción que dice: “Diooos te salve María, Virgen de la Asunción, estrella que nos guía, hacia el Sol del Señor…..quieres de Tacotalpa, un pueblo para Dios…reina de Tacotalpa, y de mi corazón”. Este canto completo se entona siempre durante las fiestas patronales del municipio en el mes de agosto. 
Hoy el Padre Albino ya no está, se ha ido a reunir con sus padres y con su Dios, siempre la extinción de una vida humana es lamentable,  el universo entero pierde cuando muere un  hombre, y no obstante que su muerte nos deja un enorme desconsuelo, también nos deja un preclaro ejemplo, una enorme felicidad por él, porque seguramente dado su testimonio de vida, estará escuchando estas palabras: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. 
Así que si su muerte nos aflige como humanos que somos, la certeza de la fe en Jesucristo Hijo de Dios, nos exulta de felicidad y nos hace exclamar: “Ánimo, yo he vencido al mundo”. Ánimo padre Albino, tú venciste al mundo, y ya has vencido al último enemigo que nos devela el apocalipsis: la muerte. Tu vida es un ejemplo de ciudadano, de hombre,  y de un sacerdote que “ardía de amor celoso por Yavé”.  Testigo de Dios en el siglo XX y XXI.  

2 comentarios:

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  2. Tampoco son 4, eran 5 mujeres y dos hombres son francisca. Helena. Beatriz. mercedes. catalina. Juana. Jose luis y albino

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