Una tromba humana arrasa con las ofrendas del altar de Gladis Cano

  • A como Macario y el hambre extrema de sus hijos


Pedro Jiménez Torres

Todo fue inesperado, esporádico, casi imposible de creer, pero el pasado lunes 31 de octubre del 2016 todo comenzó bien con esta ocurrencia de la Presidencia Municipal de Jorge Cano en Teapa, de  implementar toda una acertada maniobra para crear un ALTAR DE MUERTOS, pero exclusivamente en homenaje y honor a la recién fallecida ex presidenta municipal GLADIS CANO CONDE. Esa “fiesta” de muertos fue todo un gran modo de limar asperezas y acercarse a la familia Cano – Conde –Almeida, con buen tino y aquél altar no le pidió nada a otro, con su catrina de 5 metros hermosamente ataviada de negro y dos de buena calidad no menos que la mera en su proporción artística y según las exigencias del diseñador, el altar era a la altura de la homenajeada un homenaje materializado en contrastes de banderitas de papel de china de colores, con la catrina y la pelona como fondo de manos con ganas de hacer valer la imaginación y el talento de nuestros artesanos; con más de treinta veladoras amarillas y moradas; 14 platillos típicos del comer dulce tabasqueños, una hermosa jarra verde llena de pozol, diez calaveritas de dulce y una frondosa investidura de colorido en flores en los tres estratos ultramundanos, más dos canastas en el suelo de la planta baja en las partes laterales del dichoso altar llenas el uno de totopostes variados y la otra, de mandarinas, cañas y calabaza, daban a ese dichoso altar una imagen única para celebrar con merecimiento ese día lo que ya era víspera de todos los mexicanos: DÍA DE MUERTOS. Y así salió Jorge Cano y su inseparable esposa Iliana Sánchez –ese amor de amores del presi amigo-, a darle a la inauguración mientras un murmullo sonaba en la planta baja por la tardanza del jefe en turno del palacio o por el hambre que ya se sentía, porque, a como se vio la ofrenda, había de todo en las artesanales cazuelas: dulcito de calabacita criolla, buñuelos en almíbar, platanitos rellenos,  dulce de papaya, una cazuela rebosante de apetitosos tamales colados de caminito hasta el tronco de greñas de carne de pollo, pastelitos de queso, panecillos azucarados, orejita de mico, dulce de coco y terminaba la pasarela cerrando con broche de oro, un estupendo pan con la gracia del panadero de espolvorear azúcar y dibujos sobre relieve. ¡Una orgía de  sabores para comensales de gusto catrinesco, mientras la parvada de presentes se movía nerviosa y echaba ojos a las apetitosas ofrendas que ya para las doce cuando Jorgito Cano seguía hablando de  Gladys Cano y familia presente, las papilas gustativas de los mirones se transformaban en una ensalivada propia para preparar un bolo alimenticio con lo que veían. Y la hora llegó, después de cortar listón, entregas de reconocimientos y otras cosillas propias del evento y cuando la muy simpática Naylum invitó a los mirones como yo, a la probanza y al  disfrute moderado de las ofrendas a la ánima de la amiga GladIs, la masa rebasó a la vanguardia como en las revoluciones, y la avalancha atracó el dichoso altar de muertos –a como los hijos de Macario (B. Traben) atracaban las migajas de frijoles todos los días en su jacal-, comiéndose lo que era para la difunta  y sus gusto cuando estaba en este mundo. ¿Qué diría la Regidora Dalia María Cano Reyes que con tanto cuidado y paciencia había trabajado por la mañana? 
Si Gladys Cano era tragona, este pueblo no lo fue en ese momento; lo que había era hambre y de las buenas. Y como había de todo –dulces, tamales, pastelitos, panes, pozol, buñuelos, platanitos rellenos…-, los presentes le entraron y acabaron con todo, agarraron de todo, comieron de todo, se hartaron de todo… 
No fue glotonería. Había hambre. El pueblo tenía hambre… y el altar de muertos, efectivamente, era para muertos… de hambre?  

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Realizan rehabilitación de plantas de aguas residuales sobre márgenes del río Puyacatengo

  • Con esa acción se logrará  la descontaminación de ese importante afluente turístico


En beneficio de las familias teapanecas e impulsando las actividades del cuidado del medio ambiente y turísticas, el acalde Jorge Armando Cano Gómez, realiza diversas obras de vital importancia como la construcción, mantenimiento y rehabilitación de tres plantas de aguas residuales, ubicadas sobre la cuenca del Puyacatengo. 
En entrevista con el Edil, Cano Gómez, señaló que estas obras se realizan a través del Ramo 33,  y son destinadas para los ejidos Vicente Guerrero: San Lorenzo, Las Nieves y Lerma, que son las comunidades que se encuentra en las orillas de desde Río tan importante en la localidad.
“El Río Puyacatengo es un lugar netamente turístico, por ello la preocupación de la rehabilitación de estas tres plantas de tratamiento de aguas residuales, pues sobre el se encuentran ubicados los más de 15 balnearios que en temporada de Semana Santa se abarrotan”, puntualizó el munícipe.
Esta obra, se encuentra a la fecha con una avance del 30 por ciento y se invierten en ellas un total de 6 millones 859 mil 814 pesos. 
En este sentido, dueños de balnearios han mostrado todo el apoyo y respaldo al alcalde, “El futuro de nuestro municipio es el turismo, por ello nos sentimos muy contentos que se inviertan en este tipo de obras, que si bien no son espectaculares como un edificio o una calle, pero si se reflejan en una mayor visita de turistas, y con ello mayor derrama económica para los teapanecos” comentó la Sra. Edelmira Calzada, Dueña del Balneario “Las Garzas”.
Por su parte, habitantes de las comunidades beneficiadas agradecieron a las autoridades por estar trabajando fuertemente en obras que realmente benefician a sus familias.  




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