Ricardo Prats, un músico olvidado como valor cultural

  • Formó parte de grupos musical conocidos como los “Barbaros” y los “Esclavos” en los años 70s.
    Por su excelente desempeño como guitarrista le decían sus seguidores “El Santana Tabasqueño”


Pedro Jiménez Torres

Cuenta Ricardo que chamaco aún, su padre le dijo que si qué quería (ya estaba hasta el gorro don Ricardo me imagino), a lo que le contestó: “regálame una guitarra”, y una guitarra tendría a los siguientes días el pequeño Ricardo. Fue el mejor regalo de aquellos tiempos cuando tenía 10 años. Nacido el 3 de junio de 1951, en Pueblo Nuevo Chiapas, venido a Pichucalco muy pequeño y luego a Teapa, Ricardo Prats Pérez desde temprana edad se traslada con sus padres don Ricardo Prats Pérez y doña María Dolores Pérez Ramírez y hermanos, a esta ciudad de donde es originaria su esposa, donde nacieron sus hijos, es hoy un adulto en plenitud, casado con la señora María del Pilar García Chávez, con quien procreó tres hijos. Pero su vida, la mayoría del tiempo, la ha dedicado a la música. muy aparte “del amor a su esposa María del Pilar”, la única mujer en su vida que ha querido y amado. Pero antes, de todos estos compromisos familiares, antes de casarse, este músico estudió en la Academia “Mauret” en la ciudad de México, para saber  con profesionalismo los pormenores del dominio pleno del instrumento musical apasionante de su vida: la guitarra. Ya siendo todo un músico –“el músico debe seguir aprendiendo toda su vida” –dice-, en Teapa comenzó a ejercer el oficio con un pequeño grupo local de Teapa, ”Los Electrónicos”. Esa experiencia no le llenó, fue muy efímera, y trazó otro camino con un grupo de Pichucalco, muy reconocidos para la época de los 70s, “Los Esclavos”, con el que hizo una larga y gran carrera de éxitos y bastante demanda. Pero no, Ricardo ha sido bastante inquieto en la búsqueda de su identidad musical a partir de la guitarra y en un momento dado, se integra a  los famosos “Bárbaros” por ese profesionalismo que practicaba en todo momento fuera y dentro de los escenarios. Con los Bárbaros, dice, nos cuenta, viajó y se presentaron en diferentes ciudades del país y en la parte sur de los Estados Unidos, sin embargo, Ricardo Prats Pérez, tiene un carácter difícil, muy especial, bastante exigente cuando de música se trata y las rencillas con elementos de cualquier grupo se daban en el nivel de mejorar lo que hacían. Lo que pasó con los Bárbaros es que no soportó el modo de vida que llevan los músicos que se presentan, cantan, interpretan, terminan, levantan el vuelo, y a otra ciudad. Pero cuenta que es una buena historia que recuerda con mucho cariño. Pero no acaba la película, Ricardo ha andado con otros grupos, como “Rufo y su Pequeña Compañía” y “Banana Show” el del maestrazo Jorge Ocaña Hernández, que se puede decir que él fue uno de sus primeros iniciadores.
Actualmente tiene su domicilio en la calle 5 de mayo donde vive con toda su familia. Apaciguados los ánimos, se dedicó a la docencia en Teapa en materia musical y hoy se encuentra jubilado. Las últimas presentaciones frescas, fueron las llevadas a cabo en esta ciudad de Teapa, una, el 22 de noviembre del 2016, en el salón “El Mirador” con motivo del Día del Músico –Santa Cecilia-, y la otra, en el café Restaurant “El Sevillano”, el pasado 12 de enero del 2017 con motivo de una velada exquisitamente inolvidable, llamada “La Bohemia Teapaneca”. Amenizó Ricardo Prats en la guitarra, el maestro de los teclados Adolfo Ventura, de vocalista Nadia Roca y en el bajo el joven músico Jerson. Ricardo Prats, para mi gusto, es un valor cultural de mucho peso. Es tanto el dominio profesional de la guitarra, que lo llaman sus más allegados seguidores, “El Santana Tabasqueño”. Cosa de escucharlo. Y ahí, con ese modo tan taciturno de su carácter, poco hablar y con pocos, Ricardo habla de cómo hacer revivir la música local en esta ciudad, el por qué no organizar otra Bohemia y muchas otras cosas.
-Algún día –respondo con nostalgia a mi gran amigo Ricardo Prats Pérez 


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