Acusados, encarcelados, procesados
y absueltos, nueve policías de Jalapa


Ahora demandan por daños y perjuicios al Ayuntamiento que preside Antonio Priego

Por: PEDRO JIMÉNEZ TORRES

JALAPA, TAB.- Bonito regalo le dejó Javier López y Conde, ex titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, al actual alcalde, Antonio Priego Jiménez, pues el escándalo mayúsculo que provocó la inconformidad de miembros de esta corporación dio como resultado que el otrora jefe policiaco fuera destituido y, lo más grave, que nueve policías de diferentes cargos y niveles fueran acusados del delito de “coalición de servidores públicos” y privados de su libertad, encarcelados, y procesados (expediente 167/2007) desde el pasado mes de octubre de 2007 en el Juzgado Primero Penal de Centro (¿por qué en aquél municipio si todo pasó en Jalapa?), hasta que la justicia federal intervino por la interposición del recurso de amparo 478/2008-I hecho por los procesados y causando ejecutoria dicha resolución, el Juzgado competente que vio del caso dictó resolución de LIBERTAD ABSOLUTA, con fecha dos de junio de 2008.
Los elementos que recibieron la absolución fueron: Héctor Manuel Trujillo Ruiz (suboficial), Trinidad Zapata López (oficial), Enrique Narváez Jiménez (agente de Tercera), Álvaro Méndez Contreras (agente), Francisco Mayo Cárdenas (coordinador operativo), Santos Domínguez López (agente de primera), Inocente Hernández Ascencio (agente de primera), Natividad Oropeza López (agente) y Tito Díaz López (agente).
El “chistecito” de López y Conde en dinero constante y sonante entre daños, perjuicios e indemnizaciones, salarios caídos, aguinaldos, vacaciones y otras prestaciones, era hasta el 15 de septiembre de este año, por la cantidad de un millón 96 mil 85 pesos con 90 centavos más lo que se acumule. La carga de este cuantioso monto millonario tiene que pagarla el H. Ayuntamiento Constitucional de Jalapa, Tabasco. Ahora, el titular de dicho órgano de gobierno, Antonio Priego Jiménez, tendrá que hacer conciencia sobre este grave problema y llegar a un acuerdo, que es lo más sensato.

Al estilo “película de acción”

Como el lector recordará, el peliculesco operativo para capturar a estos nueve servidores públicos, cual filme hollywoodense de acción, fue llevado a cabo por 300 soldados que venían pertrechados cada uno con diez granadas fragmentarias, traían cuchillos mata-puerco en cada bota, una metralleta R-15 cada uno, otro cuchillo para pelar naranjas en la boca, una escuadra calibre .38, un casco antibalas con calcomanías de Piolín, piedras en las bolsas por si se les acababa el parque de 235 cartuchos para la metralleta y la escuadra; y aparte, los tanques que bloquearon las calles cercanas y dos helicópteros que volaban en circulo en el edificio donde se encontraban los peligrosísimos nueve “Rambos” inconformes entrenados en el campo antiguerrilla que tiene la policía municipal del “Lince” en Teapa y por el comandante “Pigua”.
Faltó que para este peligroso operativo que puso en riesgo la vida del “pequeño” pelotón de 300 elementos militares, la participación de los miembros de la Armada de México, que muy bien hubieran podido entrar por el río de la Sierra y desde el malecón y el boulevard, cañonear el edificio de los sublevados policías jalapanecos y desde el aire. También debieron haber participado los helicópteros lanzando misiles aire-tierra para bloquear toda resistencia de los inconformes que hacían peligrar la paz del municipio. Los pobres chamacos lombricientos que pululan por las calles de Jalapa, la viejada zalamera y los bolos corrían pa’ todos lados; la “chocha” de doña Concha se le perdió o se la robaron, no sabe, pues la locura repentina le entró al animal de repente… Y bueno, aquello fue toda una escaramuza ese día. ¿Y todo para qué? Resultó que los nueve policías, jodidos y sin ganar su lana, ¡resultaron inocentes paisanos!
A los pobres agentes de la policía se los llevaron como marranos en las bateas de las camionetas a Villahermosa, los encarcelaron, los sometieron a un proceso penal en el Juzgado de aquél municipio, pero no se apendejaron porque interpusieron un amparo ante la justicia federal y el Juez competente puso orden: ¡aquí no pasó nada, señores, los muchachos son inocentes! Así que dictó libertad absoluta a los nueve policías. ¡Al carajo los pastores! Y bueno, como siempre, un “usted disculpe” por parte de quienes los acusaron.
Ya verá el pueblo de Jalapa lo sensato que puede ser “Toño” Priego ante este problema que día con día incrementa la cuenta de lo que se tiene que pagar por los salarios caídos y otros agravios. Dinero es el problema. ¡Tanta alharaca! ¡Tanto pedo para tan poca cagada! La familias de los policías tienen razón: a los chamacos les da hambre y si son inocentes, a como lo dijo un juez federal, ya no hay nada qué hacer. La calaca se los llevó y solamente resta pagar lo que se les debe a estos señores. No hay de otra. Mientras, el junior López y Conde feliz en Villahermosa, rascándose los güevos. Y Toño Priego, preocupado tomando Diazepam para calmar los nervios. A ver qué pasa.

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