TRIBUNA DE TABASCO

CAMPO DE BATALLA

La ruptura priista en Macuspana

Las diferentes corrientes y sus aspirantes a cargos de elección popular manifiestan un ¡ya basta! a los caprichos de la dirigente estatal del PRI.

Cónclave de la clase política local para acordar el rechazo a la imposición del empleado de Georgina Trujillo, Rafael Bocanegra Pedrero.

Por EL VIGÍA

MACUSPANA, TAB.- Apreciados lectores de su periódico TRIBUNA DE TABASCO, en esta entrega continuamos con el tema, por singular, del cisma priista en Macuspana, del cual todos los grupos políticos del tricolor responsabilizan directamente a la actual presidenta estatal del PRI, diputada Georgina Trujillo Zentella.
Como ya habíamos detallado en la entrega anterior, la elección interna de dirigente municipal del PRI estuvo totalmente plagada de irregularidades como son: Comisión de Procesos Internos vencida e ilegal; conformación ilícita del Consejo Político con militantes perredistas y personas sin residencia de tres años en el municipio; Convocatoria amañada; mapacheo y compra de votos a las puertas de las oficinas del PRI, lugar donde se instaló la casilla de votación sin respetarse la Asamblea de Consejeros que marcaba la convocatoria; y finalmente, toma de protesta ridícula de la nueva dirigencia, con 60 consejeros políticos de un total de 300, con un Auditorio Ganadero semivacío, donde destacaban los llantos de tantos niñitos presentes junto con sus padres acarreados para el relleno, so pena de que si no asistían corrían el riesgo de ser dados de baja de los Programas de Madres Solteras, Ancianos y Discapacitados.
Y todo este paquetito de lindezas avalado por la diputada Georgina Trujillo, para quedarse a través de su empleado, Rafael Bocanegra Pedrero —sin residencia en Macuspana— con la estructura del Comité Municipal del PRI, y de esa manera apoderarse del control de las campañas políticas próximas y por ende de los recursos económicos de las mismas, a través de sus testaferros, los primochos Rafael y Elio Bocanegra, y del achichincle de ambos, Román Pérez Ricárdez.
Con esa película romántica, en que el control de la estructura partidista de Macuspana es al fin para un solo equipo: el de la diputada Gina Trujillo y por ello el gobernador tendrá que pactar con ellos a como de lugar las candidaturas federales y municipales, poco le ha importado a la hija de Mario Trujillo tensar tanto las cuerdas y generar uno de los cismas priistas más espectaculares de los que se tenga memoria en estos lares.
Así quedó demostrado el pasado 26 de octubre, cuando la clase política priista en pleno y todos los aspirantes a cargos de elección popular se concentraron en una asamblea general en el Casino Ganadero, donde alzaron la voz para marcar su raya con respecto a la dirigencia de Gina Trujillo: el no rotundo a imposiciones ventajosas y descabelladas dentro del PRI y cero respaldo político a las acciones y aspiraciones de la Trujillo.
Como es lógico pensar, este cónclave público lleva el mensaje directo hacia el Químico Andrés Granier, de que el único líder político válido para los grupos políticos de Macuspana es el propio gobernador y nadie más. Implícitamente también es el desconocimiento abierto en contra de Rafael Bocanegra Pedrero (cuya familia salta como chapulines del PRI al PRD, según las circunstancias) como dirigente formal del PRI local, con lo cual se le deja sin capacidad de interlocución entre la clase política municipal.
Por lo que es fácil observar, que la diputada Gina Trujillo compró afrenta personal con los grupos políticos de Macuspana, y mandó al matadero a su oveja más dócil y sacrificable, a Rafael Bocanegra, que por ser hermano del perredista Alberto Bocanegra, coordinador electoral del aspirante del PRD a la presidencia municipal, José Alberto Pinzón Herrera, no genera ni un ápice de confianza entre las bases priistas.
Y vaya que no es memorable en la historia política de Macuspana, que algún dirigente estatal del PRI haya propiciado tanto encono, rechazo, desafecto y repudio en su contra como es la actual diputada Georgina Trujillo Zentella, quien al más viejo estilo autoritario del PRI hegemónico pretende, de un solo plumazo, desaparecer del escenario político a todos las corrientes y grupos priistas que no se rindan ante sus aspiraciones a la gubernatura. O es que ilusamente cree que Roberto Madrazo y compañía realizarán el trabajo electoral sección por sección que necesita para lograr las simpatías electorales hacia su proyecto personal del 2012.
Lo que si queda transparente como el cristal, de estos acontecimientos al interior del PRI, es que mientras Andrés Granier Melo trabaja, Gina Trujillo desbarata. Sólo queda esperar que el liderazgo del Químico le baste para recomponer los cismas priistas que brotan día con día en diferentes puntos del territorio estatal. Veremos, dijo el ciego, y lo llevaban jalando… Pronto, de nuevo con más comentarios políticos…