Juan Carlos Zetina Montiel, influyente
criminal, amenaza de muerte a su esposa
Tras recibir heridas de navaja en el rostro, la señora Estela Rivera clama justicia, mientras el presunto delincuente se pasea tranquilamente por las calles, presumiendo su amistad con Fabián Granier, hijo del Gobernador.
Por Pedro Jiménez Torres
Muy campechanamente, Juan Carlos Zetina Montiel, pre­sunto responsable de lesio­nes y tentativa de homicidio, navajeó en varias partes de la cara a su aún esposa Estela Rivera y alegremente se pasea por las calles como jactán­dose de la supuesta influencia que dice tener para que no lo toque la Policía Ministerial, mientras que la víctima pide justicia ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) donde se inició la averiguación previa 635/2008, pero que hasta la fecha dicha averiguación no prospera pues el tal sujeto que se dice ser periodista y hermano de la regidora “independiente” Malena Zetina Montiel, del Cabildo del H. Ayuntamiento del Mu­nicipio de Teapa, se jacta de estar bien palanca con los “papuchos” de la polí­tica y con los mero meros del gobierno del Químico Andrés Granier Melo.
La propia lesionada y esposa del probable delincuente, según cita la averiguación, ha expresado por algu­nos medios de información como es el programa radiofónico “Tabasco Hoy Radio” que dirige Juan Urcola y el diario “El Criollo”, que tiene mucho temor de que Juan Carlos Zetina Montiel regrese y la mate, en tanto que no encuentra apoyo de las autoridades respectivas encargadas de impartir justicia en el estado. Por ello, se dirige de manera directa al Gobernador Andrés Granier Melo para que intervenga y haga valer su dicho de que “nadie está por encima de la ley”, ordenando al Ministerio Públi­co cumpla con sus deberes de realizar las acciones procesales penales que tengan que llevarse a cabo en contra del presunto agresor que ella señala, quien es todavía su esposo Juan Carlos Zetina Montiel.
La infeliz mujer y víctima de su pare­ja dijo que no es la primera vez que éste la maltrata y que por lo mismo se separó de él, además de que en ocasiones se iba de la casa por varios días a em­briagarse y no le dejaba dinero para la comida. El caso es que no pensó jamás que Juan Carlos Zetina Montiel llegaría hasta su domicilio en la ranchería Bue­navista Primera Sección del municipio de Centro, el pasado 17 de diciembre de 2008, como a eso de las ocho de la mañana, donde de nueva cuenta la agredió con saña —según narra la víctima— y que sacando una navaja con la misma le asestó varios golpes cerca del cuello y en la cara, dejándola marcada por el resto de su vida y que incluso por las áreas que lesionó hubo posibilidad de que le quitara la vida, además que esas heridas tardan en sanar más de 15 días y dejan secuelas (cicatrices) de por vida y en este caso se vuelve más grave el delito, porque fueron en la cara.
La sociedad se pregunta: ¿es aceptable esto que le está pasando a la infeliz Estela Rivera? Ahora existen elementos para demostrar que en Ta­basco se debe hacer cumplir la ley con rigor, porque si el presunto agresor y delincuente Juan Carlos Zetina Montiel llega a ser aprehendido, por el tipo de delito que se califican de graves, no tiene derecho a salir bajo fianza.

Otros antecedentes delictivos

A todo esto agréguese que ya Juan Carlos Zetina Montiel fue detenido, junto con otros connotados teapanecos, en el trienio de Gladys Cano Conde por una presunta participación en el delito de tráfico y consumo de drogas y se dice que le dieron su calentadita los de la Procuraduría General de la Re­pública por los rumbos de Pichucalco, Chiapas.
En lo que a este servidor, quiero expresarle a la señora Estela Rivera que hasta ahorita las promesas del Go­bernador han sido palabras convertidas en hechos, por consiguiente creemos que se aplicará la justicia, pese a todo lo que exhibe una prensa que se dedica al lucrativo gusto por ostentar vínculos fuertes con políticos de la alta alcurnia cercanos al Gobernador.Pero los tigres de papel, ya lo dijimos alguna vez, son eso: tigres de papel. Y si el esposo de la pobre señora gol­peada y lesionada y amenazada, Juan Carlos Zetina Montiel, es culpable de estos graves ilícitos, que no se dude que será castigado porque la palabra del Gobernador vale y mucho. Aunque sea hermano de la regidora Malena Zetina Montiel. Eso es lo de menos.

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