Campo de Batalla

Por Víctor Morales García
Resultó una verdadera sorpresa que en esta ocasión dos hermanos figuraron en la competencia por alcanzar la nominación del PRI a la diputación federal del distrito, que tiene como cabecera distrital al municipio de Macuspana. A saber, los políticos tepetitecos Carlos Manuel y José Eduardo “Cuco” Rovirosa Ramírez.
Esto abrió el compás para que entrara un tercero en discordia, el ex alcalde de Emiliano Zapata, José Antonio Aysa Bernat, quien con todo el respaldo del exgobernador Roberto Madrazo se alzó finalmente con la candidatura priista a diputado federal por el distrito 01, que ya de por sí por su amplia extensión territorial se antoja muy complicado.
Pero más aún, el distrito 01, con cabecera distrital en Macuspana, es una plaza la cual desde que vio la luz con la redistritación formulada por el IFE, resultó desfavorable para el Partido Revolucionario Institucional, ya que el PRD se ha posicionado muy bien en esta región al gobernar dos municipios complicados electoralmente como son Macuspana y Jonuta, cuyos votos ciudadanos sumados inclinan definitivamente la balanza en la elección de diputado federal.
Con la eliminación de los hermanos Rovirosa en la competencia por la nominación a diputado federal, se pierde también una condición cómoda para el PRI, pues estos políticos macuspanenses no necesitan presentación en ninguna comunidad y los dos ganaron elecciones municipales para alcalde con amplio margen de votos, precisamente en Macuspana, el territorio que representa más del 53 por ciento de la votación total del distrito.
Si bien es cierto que los municipios de Tenosique, Balancán y Emiliano Zapata están gobernados por el PRI, su votación es poco significativa para determinar una inclinación a favor de este partido y de su candidato en la próxima elección federal.
La verdadera madre de las batallas se enfocará en Macuspana y Jonuta, donde Fredy Martínez Colomé y Francisco Lastra González como alcaldes perredistas han preparado de un terreno a modo para facilitar el trabajo electoral del candidato que nomine el PRD, con el objetivo específico de retener la diputación federal.

GUILLOTINA POLITICA

Por Ramiro Padrón Wade
En cada distrito están casi listas las listas. Varios son los que la integran, todos “dispuestos a sacrificarse por los habitantes de sus distritos”. Ambos quieren ser ungidos por el gobernante y luego por el partido. Quieren llegar a como sea. Quieren pasar por encima, por debajo, por en frente o por detrás. Los pretendientes llevan en una mano la horca y en las otra el cuchillo. Sus propósitos son ceñir la soga en los cuellos o cortar la cabeza de sus oponentes, o más bien al estilo de “Hamlet, el príncipe desquiciado de Dinamarca”: veneno tras veneno.
Como una serpiente afligida, que busca el tallo más blando para hundir sus colmillos, el Príncipe encontró el tallo más blando en unos jóvenes y allí inyectó su veneno; encontró una grieta, una abertura para filtrar su veneno. Pues ese veneno ya fue inyectado en el torrente sanguíneo de Roger Pérez Evoli, el aspirante se mareó y se salió de la pista, mas no fue engullido por la bestia. ¡Claro, no se ve en el estómago de la serpiente, sino en su Contraloría!
Al estilo de “Fausto”, el célebre personaje de Goethe, el cual asociándose con el “Aquelarre”, demonio céltico, podía satanizar y destruir un propósito de buena fe concebida. Un ritual, una invocación maliciosa, una acción que se contrapone a la doctrina de una organización religiosa dando evidencias de desviar la cabeza principal de Jehová, el dios del Antiguo Testamento, o Jesucristo el de la Buena Nueva.
Logró colarse “Ariel” el ángel satánico del Antiguo Testamento, y se filtró en las mentes de los jóvenes miembros de esa organización religiosa moviéndose tal vez a solicitud de alguien que como serpiente hundió sus colmillos en los tallos blandos de los jóvenes religiosos, que no sólo atentaron contra las aspiraciones políticas de un ciudadano, sino que también sobre lo físico: el patrimonio histórico de Tabasco.
Cuando las acciones políticas son bien conducidas, éstas construyen, edifican, transforman y los pueblos se benefician y la democracia se fortalece, pero cuando la ambición mal concebida nace y crece, engendra y produce malnacidos.
Quien haya sido no aportó a su partido el abono para cultivar buenos frutos a la democracia, que en buena parte se requiere en el Partido Revolucionario Institucional.

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