Inquietante fin de año en Tabasco y particularmente en la región de la sierra

Eugenio Aguilar Hernández



Como apretando la carrera para terminar, como metiendo el acelerón para demostrar que aún hay para más, el año que termina hace gala impresionante de lo que lo ha caracterizado desde sus comienzos en nuestro Estado: una serie de eventos literalmente han bañado de sangre los escenarios más diversos, en una escalada violenta nunca antes vista en estas tierras, específicamente en la Zona Sierra, tanto por sus características como por la gran cantidad de víctimas que se ha cobrado hasta el cierre de la presente edición.
La ejecución con armas de alto poder el martes seis  de diciembre de tres policías de Teapa, sobre la vía que conecta a este municipio con Villahermosa, fue el primer episodio de la obra de terror en que se convirtieron las crónicas decembrinas en la entidad. Rosario Gramajo Castro, José Andrés Olán Jiménez y su hermano Alfonso Olán Jiménez, fueron ejecutados a plena luz del día y el vehículo en el que viajaban fue incendiado por los agresores. Una nueva modalidad de violencia hacía su repugnante debut en Tabasco, enlutando la vida de tres familias al menos y sobrecogiendo de temor a la población y a muchas de las autoridades mismas, conscientes del grave reto que este hecho implica por sí mismo.
La conmoción aún se respiraba en el aire, cuando el domingo 11, apenas amanecía, dos jóvenes perdieron la vida en un accidente carretero en la carretera Teapa -Tacotalpa. Después de chocar de frente con un autobús, el vehículo en que se desplazaban quedó hecho pedazos y milagrosamente dos de sus ocupantes sobrevivieron aunque con heridas de consideración, uno de los cuales se trataba nada menos que del regidor  teapaneco Martín Lastra Llergo, mismo que disfrutaba de un prolongado esparcimiento nocturno con sus compañeros de infortunio. Ingrid Villegas es el nombre de la  otra persona que escapó de la muerte en este percance, sin embargo el pronóstico de su recuperación es reservado, toda vez que los médicos que la atienden temen que quede inválida de por vida, además que podría quedar también ciega a causa de la severidad de los golpes que sufrió en la cabeza. En tanto, Omar Villamil Jiménez y María Fernanda Rodríguez Ramos desafortunadamente perdieron la vida de manera instantánea en esta tragedia.
Por si esto fuera poco, tras un brevísimo interludio de apenas un día, marcado a su vez por toda clase de acontecimientos delatores de la descomposición social tales como asaltos, robos, homicidios y corrupción en los niveles de gobierno, el lunes el horror se vivió ahora en la comunidad Nicolás Bravo del municipio de Jalpa de Méndez: Un enloquecido hombre asesinó con la saña más inaudita a su esposa y a sus tres hijos, para posteriormente quitarse la vida en el mismo escenario.  Cinco muertos aquí, dos allá, tres acá, más los que se añaden día tras día, van conformando el trágico saldo de esta Navidad en Tabasco.
Pero desde inicios del 2016 el ambiente ya se había enrarecido incluso con delitos de alto impacto en nuestra entidad. En Jalapa, por ejemplo, fue secuestrado Julián Priego, padre del ex presidente municipal de esta demarcación Antonio Priego e intentaron secuestrar al ganadero Lorenzo Priego. Asesinaron al conocido doctor Guillermo Priego, mientras que prácticamente en todo el territorio estatal los índices delictivos tanto del fuero común como del federal aumentaron drásticamente.
Por si fuera poco el pasado 17 de diciembre el director de la policía de Tacotalpa Roberto Pérez Hernández y un policía acompañante de nombre Ismael Limber Candelero fueron baleados en una emboscada cerca de la comunidad  San Ramón. Hasta el momento del cierre de esta edición el jefe de la policía se encuentra con muerte cerebral  como consecuencia del proyectil de bala que recibió en el cráneo y solo un milagro podría salvarle la vida.
Ante este escenario, las salutaciones y parabienes de Navidad y Fin de año serán letra muerta  si no encuentran en aquellos quienes los dan y reciben plena disposición de ponerlos por obra. Ciertamente la muerte es impredecible pero es momento de que los buenos deseos  den paso a las buenas acciones, cada quien dentro del ámbito de su capacidad y responsabilidad. Hablamos mucho de la pérdida de valores en la sociedad pero, ¿Cuáles son esos valores, verdaderamente los hemos practicado alguna vez? Son la honestidad, el respeto, la tolerancia, la sencillez, la prudencia, y sobre todo ese en el cual hizo gran énfasis Aquel a quien supuestamente celebramos en estas fechas, el Señor Jesucristo: EL AMOR. Estos son los ingredientes en los cuales haríamos bien en echar mano en medio de esta agitación, con la esperanza de realmente ver coronado el ciclo de arduo trabajo que hemos  realizado a lo largo del año y esperar con optimismo el 2017.
Son los deseos de Tribuna de Tabasco que gocen de salud y de bienestar, y que la sigan pasando bien en compañía de sus seres queridos.  




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