TRIBUNA DE TABASCO

COMENTARIOS
Gonzalo Beltrán Calzada
Antes que nada y aunque se vea tarde, mis felicitaciones al C. Director de este periódico y a su personal, por su aniversario. Dios quiera siga adelante y tenga muchos años más de vida

Primer Comentario:
En mi colaboración anterior mencioné al Presidente de la República dándole pequeñas ideas y al artículo 6º Constitucional. Pues bien, ahora son estas: invito a usted, a los directivos de todos los partidos y a uno, dos o tres de los que han dado en nombrarles la “DELINCUENCIA ORGANIZADA”, a que colaboren en un sinnúmero de reuniones para analizar tres puntos graves del problema de nuestro país y que son: La falta de justicia; la crisis económica; la corrupción y le agrego una, la delincuencia organizada.
Pero-ahí está el pero-, que los partidos reúnan a los hombres más capacitados de su Directiva e inviten a otros que no les ha dado cabida en la mencionada Directiva. En estas juntas solo se va a aceptar a ciudadanos que no piensen en ellos, solo en la Patria(a ver si los encuentran) y este grupo de ciudadanos, si cuentan con esta categoría, como lo previene la Constitución, deben invitar también a aquellos de la sociedad mexicana en la que hay muchos. Léase bien: muchos, de sobrada capacidad, esto es, porque se va a platear un Proyecto de Nación a largo plazo y con rasgos internacionales.
Si se hicieran estas reuniones y este gran grupo presentara sus tres proyectos al respecto señor Presidente, usted invite a los 32 gobernadores para que opinen, corrijan, agreguen y quiten. Estos 32 se lo presentarán a usted para que inmediatamente cite al cuerpo de funcionarios de su gobierno para que analicen y hagan lo mismo.
Terminado este estudio de sus funcionarios, se reunirán los tres poderes que están unidos en una Federación para su estudio y aprobación. El presidente de cada poder, se asesorará con dos o tres profesionales de cada materia que se está tratando, pero no con esos economistas que dicen: yo estudié en Harvard, y no saben sembrar una milpa, ni con los que se dicen Doctores en Derecho y le nombran banqueta a la escarpa donde camina el público (“banqueta” es una banca pequeña) ni con esos muchos que ninguno dice que va al “templo” y que todos dicen que van a la “iglesia”. Y, si no hay gente, no hay Iglesia.
Ahora bien, para el proyecto de la delincuencia organizada sí asesórense con gente muy capaz y si es posible con militares que han ido al otro lado a hacer estudios secretos y profundos para estas resoluciones, porque aquellos, se dice, que son cien mil y más organizados que cualquier gobierno.
Para este proyecto de nación (aunque México es un país), no olvide que ya por ahí le dijo un gran escritor: que con muy buena policía, muy buenas armas, y yo le agrego, hasta nuestro ejército, no se está haciendo nada, hay que irse al fondo de los problemas, aunque los resultados sean a largo plazo.

Otro comentario
Me adelanto a dar ideitas, aunque inútilmente, porque en Tabasco por cada cien personas, leen tres y no es posible que yo, logre a uno de esos tres, pero ahí van. Hay que tomar las buenas ideas de otros países. Vayan a Alemania a ver si hay guarderías, kinders, casa hogar, etc. Esos organismos son el cimiento de la delincuencia. Ya lo publiqué en mi otra colaboración, pero lo sigo repitiendo: el niño al abrir los ojos por la mañana, debe el rostro de su madre y esta, si ya se fue, porque tiene que trabajar e igual su padre, mientras aquél, guarda en su corazón y, más grandecito, no tiene quien lo mande, pues ya lo mandará el capitancillo de la pandilla.
Acuerden con la delincuencia: que por México, pase la droga que quieran y nadie los vigilará. Eso sí, aquí no se vende un gramo de nada, porque la juventud es el corazón de la Patria y es a la que estamos protegiendo. En EU hay una cárcel para los delitos graves, a los que les dictan prisión perpetua. No es más que techo y piso. Pero ahí pueden visitarlos sus familiares toda su vida. A mi extrañó de una nación que se dice adelantada. Baya tomando en cuenta C. Presidente que el paisaje mexicano ya huele a sangre. Frase del C. Manuel Gutiérrez.