Tapijulapa, en riesgo de perder distintivo de Pueblo Mágico

  • La inseguridad que campea en Tacotalpa y la corrupción gubernamental han hundido a la villa en la marginación, denuncia Carlos Cordero, activista social y presidente del Comité Pueblo Mágico. 


Daniel Becerra Conde

Tras nueve años de luchar por alcanzar el distintivo de Pueblo Mágico a fin de acceder a los beneficios que otorga este programa federal, la villa Tapijulapa está a punto de perder dicho nombramiento por la inseguridad que prevalece en la región y la falta de interés por parte de las autoridades locales para alcanzar los resultados que establece la normatividad.
Marcada por la corrupción gubernamental, la falta de transparencia en el uso de los recursos etiquetados para el desarrollo de la comunidad, la delincuencia que se apoderó de todo el municipio, la politización y la falta de unidad entre los integrantes del Comité Pueblo Mágico y los habitantes del lugar, Tapijulapa ha dejado de ser la joya que brillaba en la región Sierra de Tabasco para convertirse en un rincón abandonado y expuesto al pillaje.
El programa Pueblos Mágicos de México fue creado en 2001 durante el naciente sexenio del presidente Vicente Fox Quezada, como una estrategia para desarrollar el turismo aprovechando la riqueza histórica y cultural de las localidades más representativas de las 32 entidades del país.
De manera unánime en Tabasco se enfocaron los esfuerzos para tramitar la inclusión de Tapijulapa a este programa, mediante el cual se pretendía traer recursos para mejorar la infraestructura y la cadena de servicios, a fin de explotar el potencial turístico de la región.
Fueron nueve años de gestiones, de trámites administrativos y de esfuerzos por parte de las autoridades municipales, estatales y de la propia comunidad, hasta que en 2010 se logró el ansiado nombramiento de Pueblo Mágico que a duras penas ostenta hoy día.
Sin embargo, cada año es más difícil cumplir con la norma establecida en el “Acuerdo por el que se establecen los lineamientos generales para la incorporación y permanencia al programa Pueblos Mágicos”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de septiembre de 2014, a grado tal que este año podría quedar fuera de la nómina, como ya ha ocurrido con otros pueblos en diversas entidades.
El Acuerdo establece en el Artículo 11º que para que un Pueblo Mágico pueda mantener su Nombramiento, deberá someterse a una evaluación anual coordinada por la Dirección General de Gestión de Destinos, que incluya las fases de revisión de requisitos de permanencia y evaluación del desempeño del desarrollo turístico económico.
En esa evaluación debe acreditar el cumplimiento de planes, programas y normativa; la certificación de servicios, el funcionamiento y adecuación de los servicios de salud y de seguridad, la evaluación del impacto en el desarrollo turístico y contar con un sistema de información estadística, entre otras condiciones. En caso de no cumplir con dichos elementos, se deben subsanar en un plazo de 90 días naturales a partir de la amonestación y si no lo hace, se turna el caso a la instancia reguladora para su posible expulsión.
En el Art. 13º se mandata que en la evaluación de desempeño turístico se verificarán los componentes de: Oferta y demanda turística, acceso a servicios públicos, profesionalización y certificación, SEGURIDAD, mercadotecnia, marco regulatorio y resultados. Su valoración deficiente también es motivo de revocación del nombramiento y la localidad no podrá participar en la próxima Convocatoria de incorporación y si se le revoca por segunda vez no podrá ser considerado en por lo menos cinco años (Art. 16º).
ESFUERZO TIRADO A LA BASURA
El presidente del Comité Pueblo Mágico de Tapijulapa, Tabasco, Carlos Cordero Martínez, quien también ostenta la coordinación de la Región Golfo de la Asociación de Presidentes de los Pueblos Mágicos, A.C., lamenta la falta de compromiso por parte de las autoridades para atender la problemática que podría dejar fuera a esta villa del programa.
“Tanto que nos costó lograr el distintivo de Pueblo Mágico y que sería el punto de partida para detonar el desarrollo del municipio y de la región Sierra, para que la falta de voluntad, el valemadrismo y la corrupción echen por la borda todo este esfuerzo y acaben con las esperanzas de sus habitantes por salir de la marginación”, denuncia.
Muchos son los obstáculos que ponen en riesgo el refrendo de Pueblo Mágico, pero definitivamente la corrupción y la inseguridad que campea en el municipio y particularmente en la villa es su talón de Aquiles; ahí se nota la falta de apoyo por parte de las autoridades, explica el también Premio Estatal de Ecología 2015.
Y enseguida enumera una serie de irregularidades, como la falta de elementos policiacos pese a la colindancia con el municipio de Amatán, Chiapas, que es un paso de indocumentados y foco rojo de la delincuencia; los asaltos constantes a comercios y a ciudadanos, el único cajero de banco totalmente desprotegido y sin cámaras de vigilancia.
Asimismo, detalla que la villa no cuenta con servicio de ambulancia y desde el año pasado tampoco tiene un médico de planta, las cuatrimotos de los policías se encuentran paradas por falta de gasolina y los programas culturales totalmente abandonados por falta de apoyo.
El último clavo del ataúd, según Carlos Cordero Martínez, fue el proceso de elección de delegado en la villa, que se vio manchado por la lucha de intereses políticos, el intento de imposición de incondicionales y el tufo de corrupción que ha prevalecido desde hace varios años.
“El desprecio a los verdaderos líderes naturales, la arrogancia, soberbia y la vanidad política florecen en Tapijulapa; si las continúan igual, difícilmente vamos a salir adelante porque no hay compromiso de las autoridades y sólo ven a esta comunidad como una fuente de votos, proveedora de recursos federales, pero no han sido capaces de instrumentar programas que revaloren su riqueza y nos devuelvan la dignidad como pueblo”, concluye.  

1 comentario:

  1. No hay un lugar seguro en todo México??!! Es muy lindo pero no hay a dónde irse, no hay para donde correr. Qué lástima y qué coraje!

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